Comentario: Libertad de navegación no justifica provocar tensiones en Mar Meridional de China

Spanish.xinhuanet.com   2016-01-31 07:58:56

BEIJING, 30 ene (Xinhua) -- Haciendo caso omiso a la oposición, representación y advertencias reiteradas de China, Estados Unidos envió hoy de manera flagrante uno de sus buques destructores dentro de 12 millas náuticas de una isla de las islas Xisha, innegablemente propiedad de China.

La acción peligrosa e imprudente, la segunda en su tipo por parte de la Armada de Estados Unidos desde octubre pasado, es una provocación política y militar grave a la soberanía evidente de China sobre las islas Xisha y sus aguas adyacentes, que afecta la confianza mutua alcanzada con dificultades entre China y Estados Unidos, sacude la estabilidad alrededor del Mar Meridional de China y erosiona más la credibilidad de Estados Unidos como un protagonista confiable.

Asimismo, la operación de incursión y dañina es solamente una bravuconada obstinada e irresponsable montada para exhibir el poder de Estados Unidos en territorio de China y reafirmar el papel de coloso de Washington en la región.

De forma paralela, la acción fuera de lugar y superflua, realizada en el nombre de la "libertad de navegación" es en realidad un abuso flagrante de los derechos pues viola la Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley del Mar al amenazar la soberanía e intereses de seguridad de China.

Lo que es más, la maquinación de conspiración y astuta, un compromiso desnudo entre la administración de Barack Obama y los partidarios de línea dura del ejército estadounidense, es conducida simplemente por la política bipartidista en Washington, pues los demócratas y los republicanos se encuentran en el umbral de una confrontación por la presidencia, durante la cual, siempre eligen a otro país como chivo expiatorio para ganarse el apoyo de los electores estadounidenses.

De hecho, debido a la determinación compartida de las partes correspondientes para mantener al mar en paz, y no menos importante gracias a la moderación de China, la libertad de navegación por el Mar Meridional de China jamás ha experimentado un problema en el pasado ni lo hará ahora ni en el futuro. Ese principio no ofrece un pretexto o privilegio para que ningún país, en particular Estados Unidos, dañen la soberanía y seguridad de otros países.

Además, está claro y es evidente que China no busca militarizar las islas Xisha en el Mar Meridional de China, y sus actividades de construcción ahí no se dirigen a ningún otro país y no entorpecen el paso internacional al que todos los países tienen derecho bajo la ley internacional.

Sin embargo, Estados Unidos, descuidada o sólo deliberadamente, hizo caso omiso a los llamados de China.

Así que, lo que está detrás de la exhibición de fuerza de Washington se volvió simplemente un cálculo astuto de geopolítica, acuerdos bipartidistas sucios y la búsqueda del predominio global por parte de Estados Unidos, ninguna de las cuales tiene una alta base moral.

Por el bien del desarrollo saludable de las relaciones entre China y Estados Unidos, así como por la estabilidad del Mar Meridional de China, es imperativo que el Tío Sam deje de hacer olas en el bullicioso cuerpo de agua y de hacer alboroto de nada en el área pacífica en la actualidad.

Noticias Relacionadas
  
FOTOS  >>
VIDEO  >>
  TEMAS ESPECIALES  >>
El año nuevo chino
Presidente chino visita Arabia Saudí, Egipto e Irán
Xinhuanet

Comentario: Libertad de navegación no justifica provocar tensiones en Mar Meridional de China

Spanish.xinhuanet.com 2016-01-31 07:58:56

BEIJING, 30 ene (Xinhua) -- Haciendo caso omiso a la oposición, representación y advertencias reiteradas de China, Estados Unidos envió hoy de manera flagrante uno de sus buques destructores dentro de 12 millas náuticas de una isla de las islas Xisha, innegablemente propiedad de China.

La acción peligrosa e imprudente, la segunda en su tipo por parte de la Armada de Estados Unidos desde octubre pasado, es una provocación política y militar grave a la soberanía evidente de China sobre las islas Xisha y sus aguas adyacentes, que afecta la confianza mutua alcanzada con dificultades entre China y Estados Unidos, sacude la estabilidad alrededor del Mar Meridional de China y erosiona más la credibilidad de Estados Unidos como un protagonista confiable.

Asimismo, la operación de incursión y dañina es solamente una bravuconada obstinada e irresponsable montada para exhibir el poder de Estados Unidos en territorio de China y reafirmar el papel de coloso de Washington en la región.

De forma paralela, la acción fuera de lugar y superflua, realizada en el nombre de la "libertad de navegación" es en realidad un abuso flagrante de los derechos pues viola la Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley del Mar al amenazar la soberanía e intereses de seguridad de China.

Lo que es más, la maquinación de conspiración y astuta, un compromiso desnudo entre la administración de Barack Obama y los partidarios de línea dura del ejército estadounidense, es conducida simplemente por la política bipartidista en Washington, pues los demócratas y los republicanos se encuentran en el umbral de una confrontación por la presidencia, durante la cual, siempre eligen a otro país como chivo expiatorio para ganarse el apoyo de los electores estadounidenses.

De hecho, debido a la determinación compartida de las partes correspondientes para mantener al mar en paz, y no menos importante gracias a la moderación de China, la libertad de navegación por el Mar Meridional de China jamás ha experimentado un problema en el pasado ni lo hará ahora ni en el futuro. Ese principio no ofrece un pretexto o privilegio para que ningún país, en particular Estados Unidos, dañen la soberanía y seguridad de otros países.

Además, está claro y es evidente que China no busca militarizar las islas Xisha en el Mar Meridional de China, y sus actividades de construcción ahí no se dirigen a ningún otro país y no entorpecen el paso internacional al que todos los países tienen derecho bajo la ley internacional.

Sin embargo, Estados Unidos, descuidada o sólo deliberadamente, hizo caso omiso a los llamados de China.

Así que, lo que está detrás de la exhibición de fuerza de Washington se volvió simplemente un cálculo astuto de geopolítica, acuerdos bipartidistas sucios y la búsqueda del predominio global por parte de Estados Unidos, ninguna de las cuales tiene una alta base moral.

Por el bien del desarrollo saludable de las relaciones entre China y Estados Unidos, así como por la estabilidad del Mar Meridional de China, es imperativo que el Tío Sam deje de hacer olas en el bullicioso cuerpo de agua y de hacer alboroto de nada en el área pacífica en la actualidad.

010020070760000000000000011100001350604321