LA HABANA/BUENOS AIRES, 17 dic (Xinhua) -- El proceso para restablecer y normalizar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos cumple hoy un año, lapso en el que se han logrado avances tangibles, como la reapertura de embajadas, pero que deja aún varios obstáculos por resolver.
Tal día como hoy hace un año, los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Estados Unidos, Barack Obama, sorprendían al mundo al anunciar de manera simultánea el inicio del proceso para reanudar los lazos diplomáticos tras medio siglo de ruptura.
El evento culminante del primer año de acercamiento llegó el 20 de julio, con la reapertura de embajadas en las respectivas capitales. Además, se ha avanzado en otros aspectos, como la protección ambiental, la lucha contra el narcotráfico y la reanudación del correo postal directo.
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer para lograr la normalización total de las relaciones bilaterales cubano-estadounidenses, siendo el mayor obstáculo el bloqueo financiero, económico y comercial que impone Washington a la isla desde hace más de 50 años.
ACERCAMIENTO CUBA-EEUU, FIN DE LA GUERRA FRIA EN LA REGION
En entrevistas con Xinhua, expertos argentinos consideraron que el vínculo renovado entre Cuba y EEUU supone el fin de la guerra fría en la región y podría aportar beneficios a la zona.
Alejandro Simonoff, académico del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la Universidad Nacional de La Plata, afirmó que el restablecimento "es un dato importante" porque "significa el cierre de los conflictos de la Guerra Fría en la región".
Simonoff estimó que, desde la perspectiva de la política exterior, Obama "ha cumplido con el discurso que en 2009 expresara en Trinidad y Tobago, cuando anunció una nueva era en las relaciones hemisféricas".
En ese conexto, sostuvo además que las causas que llevaron a EEUU a cambiar su decisión sobre Cuba "pueden ser varias" aunque la primera son "los cambios que se verifican en el 'lobby' cubano del estado de la Florida (en el sur del territorio estadounidense), el cual era un gran escollo para alcanzar este objetivo político de Obama".
"El segundo de los fundamentos lo ubico en la oportunidad para la realización de negocios que los norteamericanos pueden encontrar en la isla", apuntó el experto quien, sin embargo, destacó que "aún subsisten cuestiones relevantes que separan a ambos países".
Asimismo, Simonoff apuntó a la todavía irresuelta "situación generada por el bloqueo económico que pesa sobre Cuba y debe resolver el Parlamento estadounidense, que se presenta en el horizonte como un escollo a superar", pero, aún así, resaltó que "su eliminación será mutuamente beneficiosa para los dos países".
Consideró que "el mejor clima regional, producto del alejamiento de esta tensión impertinente, será beneficioso para todos los países del área en general".
"El cambio podrá proporcionar la constitución de una nueva agenda para la región acorde con los tiempos que vivimos", resaltó Simonoff.
Por su parte, el analista de política internacional y académico de la Universidad de Palermo (UP), Mariano Aguas, sostuvo que "el descongelamiento de la relación entre los dos países es un proceso que llega como lógico final de un conflicto que, por un lado, ha ido perdiendo intensidad con el paso del tiempo debido a la atenuación del enfrentamiento ideológico de la Guerra Fría".
Aguas señaló que el proceso de las relaciones bilaterales Cuba-EUU permite verificar que "el régimen cubano ha demostrado un singular realismo para cambiar de socios a tiempo".
CON CUBA, EEUU BUSCA MEJORAR SUS LAZOS CON AL
El gobierno de Estados Unidos busca hoy mejorar sus relaciones con América Latina, por lo que ha modificado la política hacia Cuba, dijo un reconocido académico de la isla en una entrevista a Xinhua con motivo de la citada efemérides.
"Los cambios que comenzaron a producirse en América Latina con la llegada de varios gobiernos de corte popular o de izquierda propiciaron el acercamiento de Washington a Cuba", afirmó el profesor Esteban Morales, director honorario del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana.
Morales recordó el relativo abandono estadounidense de sus posiciones en Latinoamérica "por atender sus asuntos en sitios más lejanos como Medio Oriente o Africa del Norte".
Doctor en Ciencias Económicas y miembro titular de la Academia de Ciencias de Cuba, Morales explicó que era evidente que la política hacia Cuba era el asunto de política exterior en el que Obama podía obtener resultados más rápidamente y a menor costo en la región.
"Esa actitud había representado un elemento de estancamiento en la política exterior de Estados Unidos hacia el hemisferio", ahondó el académico.
No obstante, consideró que "este año ha sido un poco perdido. Lo más importante que hemos logrado es que Obama reconoció a Cuba como interlocutor en las negociaciones, cosa que Estados Unidos nunca había reconocido".
"Si todo eso lo vemos con un sentido optimista hay que decir que las nuevas relaciones con Estados Unidos nos han permitido estar un poco más tranquilos en el sentido de que ya no nos van a atacar, no van a invadirnos, no van a hacer una serie de cosas contra nosotros", subrayó el politólogo.
No obstante, puntualizó que Washington no ha variado su objetivo de subvertir el orden interno en Cuba.
"No debemos pensar en que la política de Estados Unidos va a dejar a Cuba hacer lo que quiera o ir a donde quiera, sino que realmente se ve la intención de Washington de controlar, de liderar los procesos internos de cambio que la isla tiene que hacer de todas maneras", afirmó.
A pesar de los desafíos, el politólogo mantuvo una visión optimista sobre el futuro de los lazos entre los dos países.
"Tengo la esperanza de que este período hasta el comienzo del año que viene, antes de que Obama deje la presidencia en enero de 2017, sea un momento en que avancemos" en las relaciones bilaterales, indicó.
BLOQUEO CONTRA CUBA, MAYOR OBSTACULO PARA NORMALIZACION TOTAL
A pesar de todas esas señales de acercamiento, las autoridades cubanas han sido claras al afirmar que una eventual normalización de los lazos bilaterales dependerá del levantamiento del bloqueo impuesto a la isla por Washington, la devolución del territorio que ocupa la base naval de Guantánamo y el fin de los planes subversivos contra la isla.
El bloqueo, impuesto a la isla en febrero de 1962, fue suavizado por la administración Obama en enero y septiembre, al emitir una serie de regulaciones los departamentos del Tesoro y del Comercio.
Para los cubanos, esa flexibilización no ha sido suficiente y quedó por debajo de las posibilidades reales del presidente, que puede variar la prohibición a subsidiarias en terceros países a comerciar con Cuba y la proscripción a compañías estadounidenses de establecer nexos con propiedades de ese país nacionalizadas en la isla.
Otro punto de fricción es la Ley de Ajuste Cubano, una legislación aprobada en 1966 y que otorga a los cubanos que llegan a territorio estadounidense ayuda de todo tipo, como permisos de trabajo, asistencia económica y derecho a la residencia, algo que no sucede con ninguna otra nacionalidad.
Al año y un día de estancia en territorio de EEUU, los emigrantes cubanos pueden solicitar la residencia, con lo que regularizan su estatus migratorio.
El gobierno cubano considera que esa ley es un estímulo a la emigración ilegal y además promueve la politización del fenómeno migratorio bilateral como parte de las acciones de Washington por subvertir el orden socioeconómico en la isla.
También La Habana demanda eliminar la política llamada de "pies secos, pies mojados", una aplicación selectiva de la ley que implica la devolución a la isla de los emigrantes ilegales cubanos interceptados en el mar, pero que permite el ingreso de aquellos que toquen tierra estadounidense.
Todos esos puntos conflictivos están gravitando en las relaciones entre los dos países, que no obstante han sido capaces de vivir el suceso más trascendente en más de medio siglo: recomponer sus lazos diplomáticos.