JERUSALEN, 12 nov (Xinhua) -- Las relaciones entre la Unión Europea (UE) e Israel se tensaron aún más después de que Israel criticó la decisión del bloque de 28 países de imponer un etiquetado especial para los productos fabricados en los asentamientos judíos.
Israel reaccionó en términos enérgicos y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el miércoles que la UE debería "sentirse avergonzada" por tomar esta "decisión inmoral".
UN ASUNTO TECNICO
El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, dijo el miércoles a los reporteros en Bruselas que las nuevas directrices son un "asunto técnico" cuyo fin es aclarar las reglas vigentes sobre el origen de los productos.
Conforme a las directrices, los productos agrícolas y cosméticos producidos en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Oriental, la Franja de Gaza y la meseta del Golán, llevarán ahora las palabras "asentamiento israelí".
Israel capturó estos territorios durante la Guerra de Medio Oriente de 1967 y después se anexó la meseta del Golán, en un principio territorio sirio, y Jerusalén Oriental, acción nunca reconocida por la comunidad internacional.
Los asentamientos en Cisjordania son ilegales conforme al derecho internacional y la comunidad internacional se opone a ellos pues ha indicado que su construcción socava las posibilidades de establecer un Estado palestino junto a Israel.
Las nuevas directrices se producen después de cuatro años de deliberaciones y son consideradas en general como una demostración del creciente disgusto europeo por la constante expansión de los asentamientos por parte de Israel y por su trato a los palestinos.
Israel ha llevado a cabo una campaña explícita contra el programa de etiquetado desde que fue propuesto por primera vez en 2012.
La UE ya había prohibido que los productos de los asentamientos recibieran exenciones aduaneras concedidas a los artículos producidos dentro de las fronteras oficiales de Israel y el año pasado decidió que los fondos europeos no pueden utilizarse para financiar cooperación científica en los asentamientos de Cisjordania.
RECUERDOS OSCUROS
El miércoles, Israel reaccionó con furia, convocó de inmediato al embajador de la UE y suspendió una serie de diálogos sobre derechos humanos y organizaciones internacionales.
"Lamentamos que la UE haya elegido, por razones políticas, tomar esta medida excepcional y discriminatoria inspirada por el movimiento a favor del boicot", indicó en una declaración el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Netanyahu dijo que el etiquetado "trae recuerdos oscuros" de la era nazi y el martes, el ministro de Energía e importante miembro del gabinete, Yuval Steinitiz, dijo que es un "antisemitismo disfrazado".
Además de desencadenar nuevas tensiones entre Israel y la UE, se considera en general que la medida elevó la presión sobre Israel para reanudar las conversaciones de paz con los palestinos.
"Esto no fomentará la paz", dijo Netanyahu desde Washington, donde realiza una visita oficial.
En una campaña mediática realizada en el transcurso del día, Netanyahu y otros funcionarios señalaron que las principales víctimas del etiquetado serán los miles de trabajadores palestinos que laboran en los asentamientos y que podrían perder sus empleos si los negocios de los asentamientos resultan perjudicados.
Pero los funcionarios palestinos dieron la bienvenida a la medida. El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, la describió como "una medida significativa hacia un boicot total de los asentamientos israelíes que fueron construidos ilegalmente en territorios palestinos ocupados", informó la agencia noticiosa palestina Ma'an.
"La UE una vez más ha pasado del nivel de las declaraciones a la ejecución de decisiones políticas concretas", dijo. "Consideramos que son necesarias más acciones para que Israel rinda cuentas por los crímenes que sigue cometiendo contra el territorio y el pueblo de Palestina".
ASENTAMIENTOS "PARALIZAN" LA ECONOMIA PALESTINA
"Desde un punto de vista económico, no es un problema", dijo David Simha, presidente de la Cámara de Comercio e Industria Palestino-Israelí.
"Las cifras son tan pequeñas que esto no afectará los negocios", indicó, aunque añadió que el cambio de atmósfera entre Israel y su principal socio de cooperación científica y comercial "no es una cosa buena".
Simha señaló que las nuevas directrices no son obligatorias y calculó que algunos países, que son más críticos de la política israelí en los territorios ocupados, podrían utilizarlas más que los demás.
De acuerdo con el Ministerio de Economía de Israel, los productos de los asentamientos representan menos del dos por ciento de los 13.000 millones de euros (13.950 millones de dólares) que exporta Israel a Europa todos los años.
Sin embargo, el Banco Mundial calculó que en 2008, el valor de las importaciones europeas de los bienes producidos total o parcialmente en los asentamientos ascendió a 5.400 millones de dólares.
Cerca de 15.300 palestinos trabajan en alrededor de 890 fábricas en los asentamientos de Cisjordania, según el Ministerio de Economía, donde, según informes, reciben un salario mínimo de cerca de 1.200 dólares mensuales, alrededor del doble del salario mínimo palestino.
Pero de acuerdo con Sari Bashi, director de la oficina de Human Rights Watch para el conflicto Israel-Palestina, "los asentamientos y las restricciones a la libertad de movimiento y al acceso de los palestinos a sus territorios han paralizado la economía palestina y han hecho que los palestinos dependan del trabajo manual en los asentamientos".
El Banco Mundial calcula que tan sólo las restricciones de movimiento y la falta de acceso a las tierras agrícolas en el "Area C" cuestan a la economía palestina más de 3.000 millones de dólares cada año.
La llamada "Area C" abarca cerca del 60 por ciento de Cisjordania y está bajo pleno control israelí.
Human Rights Watch documentó numerosos casos en los que los agricultores palestinos no podían tener acceso a sus campos por las restricciones de seguridad impuestas debido a los asentamientos, por lo que sus hijos han terminado trabajando en los asentamientos porque sus familias perdieron su fuente de ingresos.
En otros casos, los dueños de negocios no pueden operar sus negocios debido a que Israel no les ha otorgado permisos.
Bashi dijo que esta "muy preocupante" práctica laboral es documentada a menudo en los asentamientos, incluyendo la contratación de niños en violación de las leyes de protección de menores, bajo circunstancias peligrosas, y violaciones de la ley israelí de salario mínimo.
Las nuevas directrices se producen en medio de una oleada de disturbios palestinos de seis semanas en la que han muerto al menos 78 palestinos y 12 israelíes.
La violencia comenzó en el conflictivo complejo de la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén Oriental, y se propagó rápidamente a Cisjordania, Gaza e Israel.
Israel acusa a la dirigencia palestina de incitar los ataques contra los israelíes, mientras que los palestinos dicen que las hostilidades son un resultado inevitable de cerca de 50 años de ocupación.