NACIONES UNIDAS, 11 nov (Xinhua) -- El primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, enfrenta "inmensos desafíos" en sus esfuerzos por llevar la reconciliación y ampliar el proceso político en su devastado país, indicó hoy un importante funcionario de Naciones Unidas en Irak.
"Desde que asumió el cargo (hace un año), el primer ministro ha enfrentado dificultades para ejercer su autoridad mientras sus opositores se vuelven más osados", dijo al Consejo de Seguridad Jan Kubis, representante especial del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, al presentar el más reciente informe de la ONU sobre el país.
"Por otra parte, el alcance y efecto de las reformas aún no ha satisfecho las expectativas del público", añadió.
"A pesar de la esperanza de que él podría impulsar la reconciliación nacional e introducir la comunidad sunita en general al proceso político, los esfuerzos del primer ministro han sido obstaculizados por elementos de todos los componentes iraquíes, principalmente por la falta de confianza y los intereses personales", dijo el representante.
Kubis enfatizó que Al-Abadi sigue dirigiendo activamente los esfuerzos para cumplir el programa y la agenda de reforma del gobierno "incluso mientras el alcance y complejidad de los desafíos políticos, sociales, presupuestarios, humanitarios y de seguridad de Irak siguen incrementándose".
"La crisis fiscal iraquí y el creciente déficit presupuestario como resultado de la pronunciada caída del precio mundial del petróleo es cada vez más preocupante y resalta la necesidad de una urgente reforma económica", dijo el enviado.
Kubis pidió al gobierno, a sus socios extranjeros y a instituciones financieras regionales e internacionales tomar medidas urgentes para abordar estos desafíos.
La Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Irak (Unami, por sus siglas en inglés), también encabezada por Kubis, "está lista para ayudar con todos los esfuerzos posibles a fin de promover un proceso de reconciliación inclusivo que defienda el respeto a la unidad, soberanía y orden constitucional de Irak", dijo Kubis.
"Hay una vital necesidad de mostrar voluntad política, titularidad y un compromiso con el compromiso histórico y la reconciliación nacional, a pesar de la existencia de puntos de vista opuestos y de riesgo político, para capitalizar los indicios de algunos líderes y grupos sunitas dentro del proceso político en el sentido de que están listos para unirse a él", dijo.
En el frente de seguridad, Kubis señaló que el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), también conocido como EI, ha sido expulsado del centro de Irak, pero "sigue teniendo capacidades militares y de financiamiento para prolongar su reino de terror en gran parte del territorio iraquí".
Irak enfrenta la insurgencia del grupo yihadista EIIL que ha obligado a miles de personas, principalmente de las comunidades minoritarias, a huir de sus hogares desde finales de 2014.
Tras apoderarse de vastos territorios en el norte de Irak desde junio de 2014 y luego de anunciar el establecimiento de un califato en las zonas bajo su control en Siria e Irak, el grupo ha dado a conocer videos horripilantes de decapitaciones de personas, incluyendo la de dos periodistas estadounidenses y la de un trabajador humanitario británico.
No obstante, "las fuerzas de seguridad iraquíes siguen mostrando lentos avances y al mismo tiempo hacen su máximo esfuerzo para evitar víctimas civiles", indicó.
El representante también advirtió sobre los profundos cismas entre los principales partidos políticos en la región de Kurdistán.
Como algo positivo, Kubis señaló la exitosa estabilización de Tikrit, arrebatada al EIIL, donde la mayoría de la población desplazada, alrededor de 155.000 personas, ha regresado a casa.
Pero el representante enfatizó que la situación humanitaria en general sigue siendo la "mayor preocupación y supera nuestra capacidad colectiva de respuesta".
"Con financiamiento limitado, la comunidad humanitaria de la ONU tuvo que recortar y reorganizar sus programas en apoyo a los desplazados internos iraquíes", dijo.
"Debido a que la vasta mayoría de desplazados internos desean quedarse en Irak, la mejor manera de alentar esto es brindar ayuda humanitaria en el punto de origen. Estarán menos inclinados a huir del país y a migrar a terceros países, sobre todo a Europa", añadió.
A inicios de este año, Unami trabajó activamente con las autoridades para establecer un fondo de recuperación y reconstrucción, aunque el desafío de apoyar a los desplazados internos sigue siendo enorme.
De acuerdo con Kubis, 5,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, de las cuales 2,25 millones son desplazados y 235.000 son refugiados de Siria. La población de la región de Kurdistán se ha incrementado 30 por ciento por la afluencia de personas.