BRUSELAS, 18 oct (Xinhua) -- Bélgica fue exhortada a desarrollar un nuevo plan nacional para reducir el número de residentes belgas que salen del país para combatir en Siria e Irak, dice un informe de la ONU.
Un grupo de especialistas internacionales del Grupo de Trabajo de la ONU sobre el uso de mercenarios estuvo cinco días en Bélgica la semana pasada, para reunirse con representantes del gobierno, la policía y familiares de quienes se han integrado al conflicto, a fin de crear un retrato del típico combatiente.
De acuerdo con los hallazgos preliminares, la edad promedio de un combatiente que viaja a Siria desde Bélgica es "de alrededor de 23 años y está disminuyendo", y el estudio descubrió que las mujeres "también están partiendo en números cada vez más significativos".
La experta en derechos humanos Elzbieta Karska, quien encabeza al grupo de expertos, comentó que "el número de combatientes extranjeros belgas es el más alto en Europa per cápita entre quienes viajan para integrarse a conflictos en el extranjero, como en Siria e Irak. La necesidad de abordar este problema a través de esfuerzos colectivos robustos, que incluyan a todos los sectores de la sociedad belga es fundamental para encontrar soluciones a este fenónemo".
El informe preliminar establece que cerca de 500 belgas han viajado a Irak o Siria para combatir. Al menos 207 están participando en el conflicto, 77 han muerto, 128 volvieron a Bélgica y a 62 se les impidió partir.
En total, 46 extranjeros han sido procesados, todos asociados con el grupo Sharia4Belgium, dice el informe.
La necesidad de un sentido de pertenencia y aceptación, la búsqueda del sustento, de escapar de un ambiente criminal y vivir una aventura son algunas de las razones mencionadas en el informe de por qué la gente opta por salir hacia Siria.
El informe dice que hasta el momento han habido tres oleadas de reclutamiento: la primera en 2010, encabezada por Sharia4Belgium; la segunda, que consistió en el reclutamiento entre pares en 2012, y la tercera en 2014, que usó las redes informales y redes sociales. A algunos reclutas se les han ofrecido hasta 9.000 euros (cerca de 10.200 dólares) para incentivarlos a que se unan.
El grupo va a presentar su primer informe sobre el asunto de combatientes extranjeros a la Asamblea General el 2 de noviembre.
Un informe más amplio sobre los hallazgos belgas será entregado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2016. Fin