CATANIA, Italia, 9 nov (Xinhua) -- La ansiedad es un sentimiento no expresado de muchos habitantes de Catania, puerto de la región de Sicilia en el sur de Italia, tras la llegada de decenas de miles de migrantes procedentes de Africa y Medio Oriente luego de cruzar el Mediterráneo.
Desde adolescentes hasta ancianos, muchos residentes locales que viven o trabajan en los alrededores del puerto señalaron, en entrevista con Xinhua, que ya no pueden más.
A pesar de sentir pena por los migrantes desesperados que escapan de guerras y disturbios en sus países de origen en busca de una vida mejor en Europa, los residentes de Catania señalan que ya no pueden tolerar los muchos "problemas" y migrantes que han entrado a su vida cotidiana.
"Aquí nadie quiere a los migrantes", dijo a Xinhua Andrea Lanza de 16 años de edad mientras camina con una amigo cerca del puerto de Catania.
"Se están robando nuestros empleos. No hay trabajo suficiente para todos aquí en Sicilia. Yo estoy estudiando para convertirme en pizzero, pero muchos migrantes trabajan en el negocio de las pizzas aunque no son buenos para ello, sólo porque aceptan salarios más bajos y condiciones laborales injustas", agregó.
Su amigo, Samuele Catania, de 17 años de edad, estuvo de acuerdo. "Además vuelven nuestra vida difícil. Tenemos miedo de salir en las noches y es peor para las muchachas que corren muchos riesgos cuando caminan solas por las calles", dijo.
Hace algunas semanas, la policía local arrestó a un migrante de Cote d'Ivoire alojado en Cara di Mineo, el centro de recepción más grande de Europa para solicitantes de asilo ubicado a una hora de Catania. El migrante fue acusado del brutal asesinato de una pareja de ancianos en su casa y de la presunta violación de una de las víctimas.
"Hay hechos violentos todos los días. Hace unos días yo fui testigo de una pelea entre migrantes no lejos de aquí. La policía no los arrestó y todavía siguen libres por aquí", dijo Catania.
"De acuerdo con la ley italiana, son personas libres a menos que cometan un delito", explicó a Xinhua un policía del puerto de Catania. "Pero sabemos que los ciudadanos están cansados. Sobre todo los que viven en barrios pequeños en donde la presencia de los migrantes parece más molesta. Nuestro trabajo también ha cambiado mucho desde que miles de migrantes empezaron a llegar cada semana al puerto", dijo.