BEIJING, 5 nov (Xinhua) -- Aunque ya no es un concepto nuevo para los chinos, la palabra "innovación" captó una atención sin precedentes después de que el país publicase su proyecto de desarrollo para los próximos cinco años.
La innovación se erigirá en el mayor impulso al desarrollo nacional para convertir a China en una "sociedad moderadamente próspera" antes de 2020, tal y como se ha propuesto en el XIII Plan Quinquenal del país.
Con el telón de fondo de un flojo crecimiento a nivel mundial, China ha establecido el ambicioso objetivo de para 2020 duplicar, con respecto a los niveles de 2010, su Producto Interior Bruto (PIB) y su renta per cápita tanto urbana como rural.
La crisis económica que acosa a las naciones desarrolladas ha provocado que la parte industrializada del planeta se replantee su modelo de crecimiento, dando origen a la Industria 4,0 en Alemania, a la Reindustrialización de América, así como al proceso de crear una industria más inteligente en Japón.
Esta nueva tendencia en los países con avanzadas capacidades de fabricación de gama alta, junto con el rápido crecimiento de los fabricantes de productos de gama baja en las naciones emergentes, han estado ejerciendo una doble presión sobre China, que está en busca de un nuevo impulso para activar su crecimiento económico.
Al tiempo, China es cada vez más consciente del precio medioambiental que tendrá que pagar si se queda anclada en la parte de trabajo intensivo de la cadena de fabricación global.
Por ello, aspira a ampliar urgentemente la cooperación en el extranjero centrada en la innovación para participar más en la distribución de recursos de alto nivel y en la cooperación industrial internacional.
Esto no sólo sirve a los intereses fundamentales del país asiático, sino que también beneficiará al resto del mundo.
Más de 2.000 empresas chinas tienen presencia en Alemania. Compañías de alta tecnología como Huawei y Lenovo han creado muchos puestos de trabajo para la población local, al tiempo que ofrecen a los alemanes opciones más baratas y mejores.
Hace varios años, los empresarios alemanes crearon el concepto de socios innovadores germano-chinos, al tiempo que China, por su parte, está implementando su plan "Hecho en China 2025" en paralelo con la estrategia alemana "Industria 4,0".
La experiencia china demuestra que la innovación puede funcionar como un catalizador para una cooperación global más efectiva.
El fabricante de teléfonos inteligentes Xiaomi, por ejemplo, ha sido capaz de actualizar constantemente sus productos a través de las respuestas y los comentarios de sus clientes, lo que beneficia tanto a sus proveedores de la tecnología original de Japón y otros países industrializados como a los productores de las piezas telefónicas en Tailandia.
China manifestó en su nuevo Plan Quinquenal que continuará alentando las actividades emprendedoras de las masas a través de grandes proyectos científicos y tecnológicos, y mediante la construcción de una serie de laboratorios nacionales con el objetivo de producir nuevas tecnologías.
El nuevo impulso en China conducirá sin duda a la segunda mayor economía del mundo a tener una creciente necesidad de tecnologías avanzadas, mientras se deshace, gradualmente, de los modelos de producción atrasados.
Una búsqueda entusiasta de la innovación también ha llevado a multitud de empresas chinas de tecnologías de la información a Silicon Valley, en donde pueden realizar intercambios convenientes con otras renombradas instituciones de investigación.
En breve, el mundo descubrirá a una China comprometida con una mayor cooperación en materia de innovación con sus proveedores, y a una China que ofrecerá productos y servicios de una gama más alta.
