BEIJING, 14 oct (Xinhua) -- La faz de la paz mundial aún está marcada por guerras regionales, pobreza severa y estancamiento económico.
La dirigencia de China, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), deliberó el martes sobre la gobernación global, plenamente consciente de la urgencia de generar un cambio en un sistema fracturado, y ansioso de estar a la vanguardia de la reforma.
Durante la deliberación, el presidente Xi Jinping habló acerca de "establecer reglas en pro del orden internacional y mecanismos internacionales" y decidir la dirección que seguirá el mundo.
El mundo ha cambiado mucho desde la Segunda Guerra Mundial (IIGM), sobre todo el surgimiento de países de poco significado global hace 70 años. Hogar de más de 70 por ciento de la población mundial, los países en desarrollo tienen mucho menos que decir respecto a la gobernación global de lo que se merecen y esto debe cambiar.
La globalización nos ha hecho interdependientes a un grado que pocos imaginaban cuando se dibujaron las líneas del nuevo orden mundial. Ningún país puede prosperar sin trabajar amigablemente con otros. La forma en la que se resuelven las disputas y en que se dividan los beneficios tiene que cambiar en consecuencia. Sin embargo, la urgente necesidad de cambio no es razón para desechar el buen trabajo del siglo pasado.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha sido esencial para resolver disputas regionales y garantizar un mundo estable en general. A menudo, cuando los países evaden la ONU y violan los principios de la Carta de la ONU, ocurren injusticias.
China, como uno de los fundadores del orden de la posguerra de la IIGM, se ha beneficiado de la paz y la estabilidad, y participa activamente en muchos mecanismos multilaterales. Como otras economías emergentes, a China le gustaría que las organizaciones internacionales, incluidos el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, sean más representativos de los países en desarrollo y les proporcionen más oportunidades para expresar sus necesidades. El gobierno global debe reflejar la voluntad y los intereses de la mayoría de los países y pueblos de una manera más equilibrada.
China está dispuesta a desempeñar un mayor papel en las nuevas áreas económicas y comerciales, como la Franja y la Ruta, y en los nuevos conceptos de las relaciones internacionales. Además, China apoya el fortalecimiento y la complementariedad de la actual gobernación global.
Hacer un llamado por un orden internacional más razonable y justo difícilmente puede representar una rebelión o una amenaza.
Frente al irresistible cambio en el panorama internacional, aquellos que se niegan a evolucionar se quedarán en el camino y aminorarán la velocidad del inevitable mejoramiento de la gobernación global, negándose a sí mismos la posibilidad de beneficiarse.
