Por Ma Mengli
BEIJING, 24 sep (Xinhua) -- ¿Necesita un empleo? ¡Las compañías chinas están contratando!
A las 7:30 a.m. ya es difícil encontrar plazas de estacionamiento alrededor de la fábrica A123 Systems, fabricante estadounidense avanzado de baterías en Michigan, pues los turnos de trabajo matutinos ya han comenzado a esa hora.
Adquirido por la mayor compañía china de piezas de automóviles Wanxiang Group a principios de 2013, A123, una vez creador y fabricante líder de baterías avanzadas de iones de litio, fue salvado de la quiebra. Sus empleados despedidos volvieron al trabajo, en tanto se emplearon a más trabajadores.
Wanxiang no está sola. Apoyadas por un enorme mercado nacional y la sed estadounidense de capital para estimular su recuperación tras la crisis financiera de 2008, un gran número de compañías chinas han realizado considerables adquisiciones e inversiones en Estados Unidos, fortaleciendo las marcas locales y creando empleos.
Lo más importante es que la creación de empleo es solo uno de los resultados alentadores de las inversiones chinas.
El enlace de abundantes fondos y canales de distribución chinos con avanzadas tecnologías y experiencias en gestión estadounidenses también ha aumentado la competitividad de los grupos emergentes, generando un efecto de uno más uno es mayor que dos.
SALVACION DE EMPRESAS AGONIZANTES, VITALIDAD REACTIVADA
Dentro de la planta de A123 Systems, varias líneas de producción de 24 horas están ocupadas rodando y fabricando nuevos productos brillantes, un panorama que hace difícil que uno crea que la compañía se había hundido en la bancarrota debido a la ruptura de la cadena de capital justamente hace tres años.
Apenas un año después de la adquisición, Wanxiang ha logrado devolver a la compañía su rentabilidad y salvar más de 500 empleos estadounidenses. Recientemente, Wanxiang también anunció una inversión de 300 millones de dólares para expandir las instalaciones de producción en Michigan.
La compañía Greenfield Industries en Carolina del Sur, que tiene un papel de liderazgo en la industria de herramientas de corte, fue adquirida por 20 millones de dólares por TDC Cutting Tools con sede en China en 2009, cuando la empresa norteamericana agonizaba y contaba con solo 166 trabajadores.
Al principio "estábamos preocupados, escuchando diferentes cosas en la televisión sobre cómo los chinos trataban de comprarlo todo. También nos preocupaba que pudieran traer a su gente y excluirnos, pero eso no ocurrió", recordó la empleada Sherrie Carter.
"Es parecido a una atmósfera familiar y ha sido increíble", agregó.
Actualmente, Greenfield Industries ha vuelto a la vida y cuenta con 350 empleados en su nómina.
A123 y Greenfield Industries son ejemplos típicos de una serie de historias exitosas de la inversión china en Estados Unidos.
Según un reciente estudio, la inversión china en las empresas estadounidenses totaliza actualmente unos 50.000 millones de dólares y se espera que alcance los 200.000 millones de dólares a finales de la presente década.
Además, las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Comercio chino muestran que las inversiones chinas respaldan unos 80.000 empleos estadounidenses a tiempo completo, un aumento de cinco veces en el último lustro.
Por supuesto, los empleos no son la única ayuda generada por las adquisiciones.
En 2013, el fabricante textil chino Keer Group invirtió 218 millones de dólares en la construcción de una planta de producción de hilos industriales en Carolina del Sur, antiguo epicentro del "corredor textil del sur" de Estados Unidos, el cual había perdió miles de puestos de trabajo en la ola de la globalización a partir de la década de los años 80.
Una fábrica de tinte e impresión y una planta de algodón siguieron los pasos de Keer para instalarse en los alrededores, contribuyendo a la revitalización industrial del estado.
A principios de este mes, en la ceremonia inaugural de una línea de montaje financiada por China Railway Rolling Stock Corporation en Springfield, Massachusetts, el alcalde Domenic Sarno dijo que el proyecto ayudará a revivir la industria local e inyectará vitalidad a su economía.
Charlie Baker, gobernador de Massachusetts, expresó que el proyecto "creo que tiene el potencial para ser un hito real para Springfield y Massachusetts Occidental" y "trae de vuelta la manufactura a la comunidad".
CUANDO CAPITAL CHINO SE JUNTA CON SABER HACER DE EEUU: INNOVACION Y COMPETITIVIDAD
De hecho, la inversión china no solo ha ayudado a sobrevivir a empresas estadounidenses moribundas. Las fusiones han permitido a compañías de ambas partes agudizar sus ventajas competitivas y garantizar los beneficios mutuos aprendiendo unas de las otras, complementándose mutuamente y protegiéndose contra las desventajas.
El presidente de Wanxiang America, Ni Pin, explicó recientemente a Xinhua que el secreto detrás del renacimiento y desarrollo de A123 es la combinación de técnica estadounidense con el gran mercado chino, ya que cerca del 70 por ciento de los productos de iones de litio se estaban distribuyendo de vuelta en China, que está previsto que se convierta en el mayor mercado de vehículos eléctricos en unos años.
Wan Long, presidente de Shuanghui, el mayor productor de cerdo de China que adquirió su homólogo estadounidense, Smithfield Foods, en 2013, ha afirmado que la compra le brindó a Smithfield el enorme mercado chino a través de la red de distribución de Shuanghui, mientras que esta última obtuvo acceso a los productos de alta calidad, precios competitivos y seguros de EEUU, así como a las mejores prácticas y a la experiencia operativa de la firma norteamericana.
"La combinación crea una empresa con un conjunto de activos, productos y alcance geográfico inigualables", resumió Wan.
Vale la pena mencionar que sofisticadas compañías chinas han trabajado duro para optimizar las firmas fusionadas sacándole el máximo rendimiento a las ventajas de sus homólogas estadounidenses.
Después de adquirir la división de ordenadores personales de IBM en 2005, la empresa informática china Lenovo preservó la estructura y la cultura cooperativa de la firma norteamericana, y mantuvo sus dos centros operativos (unos en Morrisville, Carolina del Norte, y otro en Beijing) y retuvo a la mayor parte del equipo de gestión.
"Gastamos tanta energía en poner en común nuestras culturas como en nuestros procesos y funciones empresariales", explicó el presidente y director ejecutivo de Lenovo, Yang Yuangqing, en unas declaraciones a Reuters en abril.
Tras 10 años, Lenovo se ha convertido en el mayor fabricante de ordenadores personales del mundo, y ha impresionado al mundo con un crecimiento de los resultados de explotación del 28 por ciento anual de media.
Además, las firmas chinas también han ido variando su estrategia, invirtiendo de manera más intensa en investigación e innovación para conseguir un desarrollo a largo plazo y sostenible.
Un estudio del Grupo Rhodium muestra que un porcentaje, que crece rápidamente, de la inversión china se está yendo hacia industrias más avanzadas e intensivas en innovación, así como a sectores de alta tecnología.
Solo en el primer cuarto de 2014, inversores chinos anunciaron acuerdos de alta tecnología valorados en más 6.000 millones de dólares, entre ellos la absorción de alto perfil por parte de Lenovo de Motorola Mobility y de los servidores x86 de IBM, y la adquisición del fabricante de coches eléctricos Fisker por parte de Wanxiang.
La empresas de propiedad china también experimentan un significativo incremento en el gasto en investigación y desarrollo en Estados Unidos, desde prácticamente cero en 2007 hasta 31 millones de dólares en 2009 y más de 366 millones de dólares en 2011.
GRANDES PERSPECTIVAS PESE A LOS OBSTACULOS
Sin embargo, invertir en EEUU no es un camino lleno de rosas. En sus esfuerzos para entrar en el mercado estadounidense, las multinacionales chinas enfrentan inevitablemente riesgos, dudas y obstáculos.
Las empresas chinas sufrieron pérdidas por valor de 36.800 millones de dólares entre 2005 y 2013 debido principalmente a su desconocimiento sobre el ambiente regulador y cultural local, según el "tracker" (rastreador) de la Inversión Global China presentado conjuntamente por el Instituto de Empresas Estadounidenses y la Fundación Heritage.
"Invertir en el mercado estadounidense es una gran tendencia, pero debe hacerse un muy buen estudio de mercado previo, o se perderá dinero aquí", señaló Victor Yuan, vicepresidente de la Corporación de Industria Pesada Sany.
Mientras, los reguladores y los legisladores norteamericanos, quienes tienen dudas e incluso opiniones sesgadas respecto a las firmas chinas, han impuesto deliberadamente restricciones para bloquear la entrada de compañías chinas en sectores como el energético y el transporte. Resulta incluso más difícil para las compañías financieras chinas abrirse un espacio en el mercado estadounidense.
"Los reguladores y los legisladores estadounidenses carecen de un entendimiento minucioso del sector financiero de China, y aún mantienen opiniones sesgadas respecto a las compañías financieras chinas", indicó Xu Chen, presidente y CEO del Bank of China USA.
No obstante, ni las dudas ni las restricciones pueden evitar el incremento de los vínculos comerciales China-EEUU.
Este mismo mes, el consorcio liderado por el Grupo China Railway y la firma estadounidense Xpress West Enterprises firmaron un acuerdo para construir un ferrocarril de alta velocidad que conectará a Las Vegas y Los Angeles.
El primer proyecto estadounidense de un ferrocarril de alta velocidad financiado por China constituyó la más reciente personificación de unos más profundos vínculos comerciales entre los dos países.
Indudablemente, los lazos comerciales continuarán creciendo. Durante una mesa redonda de CEO China-EEUU el miércoles en Seattle, el presidente chino, Xi Jinping, llamó a impulsar la cooperación económica de beneficio recíproco entre ambas naciones. Seattle es la primera escala de Xi dentro de su visita de Estado a EEUU, iniciada el martes y prevista para concluir el viernes.
Durante la referida mesa redonda, el mandatario chino expresó que "la inversión de las compañías chinas en EEUU se han incrementado en los últimos años, creando un gran número de oportunidades de empleo en el país".
"Apoyamos a las grandes empresas estadounidenses en el establecimiento de oficinas regionales o centros de investigación y desarrollo en China, a la vez que instamos a las compañías pequeñas y medianas a ampliar sus negocios en China. Mientras, China continuará incrementando su inversión en Estados Unidos", subrayó Xi.
Al destacar que la cooperación económica y comercial China-EEUU es en su naturaleza mutuamente beneficiosa, el presidente afirmó que ambos países enfrentan nuevas oportunidades y deben profundizar la cooperación económica bilateral para beneficio del desarrollo de las dos naciones y la prosperidad mundial.