BEIJING, 1 sep (Xinhua) -- Los dramas de la televisión china por lo general retratan a las duquesas como damas aristócratas elegantes que sólo se dedican a disfrutar de la ópera. Sin embargo, en la realidad varias duquesas chinas montaron a caballo y encabezaron a los soldados a combatir a los invasores japoneses hace 70 años.
Su He, de 67 años de edad, es el sobrino de Erinchendalai, esposa del duque de Qi de Mongolia Interior. Él recuerda las historias que su tía le contó alguna vez.
"Molesto por la ocupación japonesa de las áreas de la bandera de Muminggan, el duque ofreció apoyo constante a los soldados chinos que combatieron contra los invasores", dijo Su. En el verano de 1942, el duque fue asesinado.
La duquesa pasó medio año planeando unirse a las fuerzas para combatir a los japones. Cuando se decidió a llevar a cabo el plan, el enemigo se enteró por culpa de traidores e intentó interceptar al equipo.
"Mi tía, con alrededor de 60 seguidores, montó a caballo", dijo Su. Fueron atrapados por soldados japoneses en dos camiones. Al descubrir que el líder era una dama de la realeza, un oficial japonés le ordenó entregar todas las armas antes de hacer que dos soldados las regresaran.
Cuando los camiones partieron, Erinchendalai sacó repentinamente una pistola de su bota. "Ella era una tiradora tan buena que los dos soldados japoneses no se atrevieron a moverse", explicó Su.
Erinchendalai dijo a sus seguidores: "No voy a dar marcha atrás. Si cualquiera de ustedes desea regresar, hágalo ahora. Pero dejen sus caballos".
Sólo unas cuantas personas regresaron. Erinchendalai se volvió comandante en la bandera de Muminggan. Pero ella no fue la única duquesa involucrada en la guerra.
En 1938, dos duquesas más se unieron al ejército luego de que sus esposos murieron. Al frente de cientos de soldados mongoles, ellas lucharon muchas batallas contra los japoneses.
Una de las damas fue asesinada posteriormente, mientras que Erinchendalai y otra duquesa se convirtieron en funcionarias en Mongolia Interior luego de la fundación de la República Popular China en 1949.
"Mi tía no sólo era una buena tiradora, sino también una buena cantante", dijo Su. El hombre recordó una canción de hace más de 70 años que alentó a la gente a luchar.
"Luego de que perdimos a nuestro duque, nos molestamos", cantó en el prado con una voz ronca. "El sol brilla sobre la tierra, pero nuestra bandera está en la oscuridad. Luego de que perdimos a nuestro duque, nos decidimos a pelear".