Por Juan Manuel Nievas
BUENOS AIRES, 31 ago (Xinhua) -- Las recientes reformas introducidas por el gobierno de China en materia económica, como la depreciación de su moneda y el recorte en las tasas de interés, están orientadas al mercado y apuntan a que Beijing pueda mantener su crecimiento interno y el consecuente aporte como locomotora global.
En entrevista con Xinhua, el Consejero Político de la embajada del país asiático ante la Argentina, Wang Liang, dejó sus impresiones en torno a la turbulencia internacional que afectó a los mercados y bolsas internacionales.
El diplomático, que deslizó el carácter proactivo de las reformas decididas las últimas dos semanas, subrayó que "la reforma del sistema de cotización de la paridad de la moneda china, el yuan, es un reajuste para mejorar el mecanismo de la formación del mercado; deriva del propio reacomodamiento del mercado".
Wang recordó que "tanto en el pasado como en el presente, China ha enfrentado la presión de la excesiva sobrevaluación del yuan atado a una canasta de monedas" y que ahora, "la fluctuación de su valor, acorde con la oferta y demanda del mercado, constituye una nueva normalidad".
"China no necesita devaluar el yuan para estimular sus exportaciones y garantizar la marcha de su economía. Los reajustes de la política monetaria y las medidas de reforma que se han puesto en práctica toman en cuenta las preocupaciones" internacionales, aclaró.
En ese sentido, el diplomático manifestó que "el crecimiento sostenible de la economía china es su mayor contribución, su responsabilidad primordial en cuanto a la economía mundial y a los países vecinos".
"Y a menos que se adapte mejor a su nueva normalidad económica y mantenga la estabilidad financiera mediante reformas orientadas al mercado, China no podrá aumentar sus importaciones ni las inversiones que hace en el exterior, ni mucho menos hacer una contribución todavía mayor a la economía mundial", remarcó.
En ese marco, Wang pidió ver que "la mayor incertidumbre del mercado financiero internacional radica en la eventualidad de la subida del tipo de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos y las perspectivas del abordaje del endeudamiento y el crecimiento por parte de los países desarrollados, como los europeos y Japón".
"China se conoce como una potencia manufacturera en lugar de una financiera, en tanto el yuan todavía no es una divisa de reserva internacional. El efecto derrame de la fluctuación cambiaria del yuan no se puede comparar, entonces con el del dólar estadounidense", resumió.
El 11 de agosto, el Banco Popular de China (BPCh, la autoridad monetaria del país) anunció una mejora en su sistema de paridad entre el yuan y el dólar estadounidense, a lo que siguió un recorte en las tasas de interés y de encaje, y la inyección de 150.000 millones de yuanes (23.400 millones de dólares) para evitar la falta de liquidez.
Para Dante Sica, ex secretario de Minería y titular de la consultora Abeceb, el BPCh "se ha mostrado muy activo en su objetivo de recuperar el crecimiento, primero depreciando la moneda y luego disponiendo una nueva baja de las tasas de interés, e inyectando liquidez".
"En el mediano plazo se prevé que los cambios estructurales que se han ido evidenciando en las pasadas décadas se mantengan en pie, aunque con menor dinamismo. La clase media seguirá creciendo, impulsando el consumo doméstico", auguró.
Por su parte, Gustavo Girado, director de la consultora Asia & Argentina, explicó ante esta agencia que Beijing "decidió crecer más despacio, más lento y estimular el consumo interno".
"La situación global no creo que sea exclusiva responsabilidad de la realidad económica de China. Se viene experimentando un ajuste importante, con epicentro en la Unión Europea, en donde las deudas de Grecia han llevado por la cornisa todo el andamiaje político del bloque", puntualizó.
Wang admitió que "la turbulencia en los mercados internacionales causó cierto impacto en la economía de China", con una fuerte baja, por ejemplo, en la Bolsa de Shanghai.
Sin embargo, rescató que "los fundamentos de la economía del país permanecen estables. La economía avanza de manera razonable. Queda margen para el incremento de la innovación, como así también para la demanda doméstica, que ahora es la locomotora del crecimiento".
"China es capaz de alcanzar su meta anual de desarrollo económico gracias a la entrada en vigor de medidas que están destinadas a estabilizar su crecimiento", vaticinó el diplomático.
Por su parte, la consultora Delphos Investment observó que China continuará creciendo en el futuro cercano y tildó de "exagerado" el "pánico a una recesión" del país asiático.
"El motor de la economía china está cambiando al consumo interno, con implicancias sobre su tasa y composición de crecimiento, y sobre la dinámica de sus importaciones. También creemos que está ganando eficiencia en el uso de recursos", resaltó la firma con sede en el centro porteño.