NACIONES UNIDAS, 20 ago (Xinhua) -- Un enviado chino ante la ONU dijo hoy que la reforma del sector de seguridad en países en situación posterior a un conflicto debe usar estrategias integradas para asegurar una paz y una estabilidad sostenibles.
Wang Min, representante permanente de China ante la ONU, hizo la declaración en una reunión del Consejo de Seguridad sobre la reforma del sector de seguridad.
En los últimos años, la ONU ha ayudado de manera activa a los países en situación posterior a un conflicto en sus esfuerzos para reformar el sector de seguridad y ha tenido resultados positivos, dijo Wang, quien citó como ejemplos exitosos a Sierra Leona y Liberia.
"Pero en otros países en situación posterior a un conflicto, la reforma del sector de seguridad aún enfrenta desafíos considerables", dijo Wang, quien pidió a los países compartir las buenas prácticas y las lecciones aprendidas en el tema.
El enviado enfatizó la importancia de respetar la titularidad de la nación en cuestión y dijo que la reforma del sector de seguridad debe ser propiedad de los países anfitriones. También pidió a la ONU adaptarse a los diferentes ambientes posteriores a un conflicto al ofrecer ayuda para reformar el sector de seguridad.
El enviado exhortó a fortalecer la estrategia integrada y dijo que la ONU debe asegurarse de que la reforma del sector de seguridad se realice junto con la reconciliación nacional y que promueva el desarrollo social y económico y la erradicación de la pobreza para eliminar las causas de raíz del conflicto en favor de una paz y una seguridad duraderas.
Wang también dijo que las organizaciones regionales y subregionales como la Unión Africana deben desempeñar un papel más amplio en el apoyo a la reforma del sector de seguridad.
El Consejo de Seguridad adoptó por unanimidad la primera resolución sobre la reforma del sector de seguridad en abril de 2014.
La resolución subraya que la reforma del sector de seguridad en ambientes posteriores a un conflicto es crítica no sólo para la consolidación de la paz y la seguridad, sino también para promover el Estado de derecho y la buena gobernanza, ampliar la legítima autoridad del Estado y evitar que los países vuelvan a caer en el conflicto.
