Abe debería abondonar las trampas lingüísticas por el bien de la credibilidad nacional de Japón

Spanish.xinhuanet.com   2015-08-12 18:34:03

BEIJING, 12 ago (Xinhua) -- El primer ministro japonés, Shinzo Abe, nunca obtendrá respeto para su país si juega a distorsionar la historia en el discurso que pronunciará el viernes para conmemorar el 70º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.

El borrador de su en gran medida anticipada declaración contiene palabras clave como "perdón", "agresión", "profundo arrepentimiento" y "régimen colonial", informó el lunes la emisora local NHK.

Sin embargo, fuentes anónimas cercanas al Gobierno de Abe citadas anteriormente por el mismo medio aseguraron que el borrador no incluye la palabra "perdón", que sí apareció en el histórico discurso de 1995 del entonces primer ministro Tomiichi Murayama.

Según la agencia de noticias Kyodo, Abe "está haciendo los últimos arreglos sobre si expresar o no una nueva disculpa". También el secretario jefe del Gabinete, Yoshihide Suga, ha dicho que la redacción del discurso del 14 de agosto depende del primer ministro.

Estas señales erráticas suenan a un plan del Gobierno nipón para probar las reacciones tanto dentro como fuera del país, lo que sugiere que es reacio a enfrentrarse al pasado bélico nipón e intenta escabullirse el mismo año que marca el septuagésimo aniversario del fin de la contienda.

Japón, gran agresor durante la Segunda Guerra Mundial, provocó terribles pérdidas de vidas humanas y una destrucción generalizada a sus vecinos asiáticos. Siete décadas después, todavía debe a las naciones que sufrieron su atroz agresión una disculpa sincera.

La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, reiteró el lunes su llamado al primer ministro japonés para que adopte en su próxima declaración la perspectiva histórica basada en los hechos de gobiernos anteriores.

China siempre ha instado a Japón a tener una visión honesta sobre su pasado durante la guerra, de manera que Tokio pueda comenzar a mejorar las relaciones con sus vecinos al disipar sus preocupaciones y sospechas respecto al alarmante revisionismo histórico entre los políticos japoneses.

Sin embargo, Abe, un aparente nacionalista, no sólo ha insistido en negar la derrota de Japón y encubrir sus barbaridades durante la guerra, sino que también ha desafiado a la oposición de la mayoría de la población japonesa para forzar la aprobación de una serie de controvertidos proyectos de ley sobre seguridad.

El inquietante comportamiento del gobierno de Abe sobre los temas históricos, junto a su tozuda actitud respecto a la expansión militar, ha enfriado las relaciones de Japón con sus vecinos y generado mayores incertidumbres para la seguridad regional.

Abe debe entender que las relaciones de Japón con sus países vecinos continuarán deteriorándose si él intenta dedicarse a los juegos de palabras y se rehúsa a reflexionar seriamente sobre la agresión japonesa durante la guerra y ofrecer disculpas por ello.

Si desea realmente relaciones más estrechas con China y la República de Corea, y lograr un mayor respeto para su país entre la comunidad internacional, Abe necesita primero demostrar la credibilidad de Tokio. Una sincera disculpa en la declaración el 14 de agosto sería un buen comienzo.

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Abe debería abondonar las trampas lingüísticas por el bien de la credibilidad nacional de Japón

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BEIJING, 12 ago (Xinhua) -- El primer ministro japonés, Shinzo Abe, nunca obtendrá respeto para su país si juega a distorsionar la historia en el discurso que pronunciará el viernes para conmemorar el 70º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.

El borrador de su en gran medida anticipada declaración contiene palabras clave como "perdón", "agresión", "profundo arrepentimiento" y "régimen colonial", informó el lunes la emisora local NHK.

Sin embargo, fuentes anónimas cercanas al Gobierno de Abe citadas anteriormente por el mismo medio aseguraron que el borrador no incluye la palabra "perdón", que sí apareció en el histórico discurso de 1995 del entonces primer ministro Tomiichi Murayama.

Según la agencia de noticias Kyodo, Abe "está haciendo los últimos arreglos sobre si expresar o no una nueva disculpa". También el secretario jefe del Gabinete, Yoshihide Suga, ha dicho que la redacción del discurso del 14 de agosto depende del primer ministro.

Estas señales erráticas suenan a un plan del Gobierno nipón para probar las reacciones tanto dentro como fuera del país, lo que sugiere que es reacio a enfrentrarse al pasado bélico nipón e intenta escabullirse el mismo año que marca el septuagésimo aniversario del fin de la contienda.

Japón, gran agresor durante la Segunda Guerra Mundial, provocó terribles pérdidas de vidas humanas y una destrucción generalizada a sus vecinos asiáticos. Siete décadas después, todavía debe a las naciones que sufrieron su atroz agresión una disculpa sincera.

La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, reiteró el lunes su llamado al primer ministro japonés para que adopte en su próxima declaración la perspectiva histórica basada en los hechos de gobiernos anteriores.

China siempre ha instado a Japón a tener una visión honesta sobre su pasado durante la guerra, de manera que Tokio pueda comenzar a mejorar las relaciones con sus vecinos al disipar sus preocupaciones y sospechas respecto al alarmante revisionismo histórico entre los políticos japoneses.

Sin embargo, Abe, un aparente nacionalista, no sólo ha insistido en negar la derrota de Japón y encubrir sus barbaridades durante la guerra, sino que también ha desafiado a la oposición de la mayoría de la población japonesa para forzar la aprobación de una serie de controvertidos proyectos de ley sobre seguridad.

El inquietante comportamiento del gobierno de Abe sobre los temas históricos, junto a su tozuda actitud respecto a la expansión militar, ha enfriado las relaciones de Japón con sus vecinos y generado mayores incertidumbres para la seguridad regional.

Abe debe entender que las relaciones de Japón con sus países vecinos continuarán deteriorándose si él intenta dedicarse a los juegos de palabras y se rehúsa a reflexionar seriamente sobre la agresión japonesa durante la guerra y ofrecer disculpas por ello.

Si desea realmente relaciones más estrechas con China y la República de Corea, y lograr un mayor respeto para su país entre la comunidad internacional, Abe necesita primero demostrar la credibilidad de Tokio. Una sincera disculpa en la declaración el 14 de agosto sería un buen comienzo.

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