Por su parte, el Gobierno regional de Río de Janeiro ya gastó 750 millones de reales (unos 227 millones de dólares) en la compra de equipos de infraestructura, como centros de comando, comisarías móviles, plataformas de observación y cámaras para helicópteros.
Para el evento, la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) instalará en Río de Janeiro un Centro de Inteligencia de Servicios Extranjeros destinado principalmente al combate del terrorismo y que contará con el apoyo de agentes de numerosos países.