MEXICO, 22 jul (Xinhua) -- Investigadores de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comprobaron que, mediante el uso de microimplantes de dióxido de titanio con dopamina (Ti02DA), los pacientes de Parkinson se recuperan en un 85 por ciento, informó hoy la universidad.

La UNAM explicó, en un comunicado, que se probó en un modelo animal que los microimplantes permiten la recuperación de la función motora gruesa en ratas lesionadas con hemiparkinsonismo inducido.

La enfermedad de Parkinson afecta a personas de entre 50 y 60 años de edad, y ocasiona la muerte de neuronas dopaminérgicas en la sustancia nigra, explicó la investigadora de la UNAM, Patricia Vergara Aragón.

La dopamina es un mensajero químico que se encarga de establecer comunicación entre neuronas, y es responsible del control del movimiento, abundó la especialista de esa Universidad, la más grande de América Latina.

Los enfermos de Parkinson presentan bajos niveles de ese neurotransmisor en el cerebro, y cuando se inician las alteraciones motoras de manera más evidente, es porque un 80 por ciento o más de las neuronas de la sustancia nigra se degeneraron.

Los primeros síntomas incluyen la pérdida de olfato, ligeros temblores en el cuerpo, rigidez en la mitad del cuerpo, depresión sin causa aparente, así como transtornos del sueño, entre otros, los cuales se acentúan con el paso del tiempo, explicó Vergara Aragón.

La dopamina es una molécula química inestable y se oxida con facilidad, lo que representa una gran limitación en el desarrollo de tratamientos, abundó la investigadora universitaria.

Un precursor de esta molécula (L-DOPA) se utiliza como pieza angular; sin embargo, con el tiempo este medicamento pierde eficacia y causa efectos adversos.

Ante ello, señaló, en colaboración con el Centro de Investigación Aplicada y Tecnología Avanzada del Instituto Politécnico Nacional (IPN), un grupo de investigadores de la UNAM logró encapsular moléculas de dopamina en un microreservatorio elaborado por la técnica sol-gel, con una base cerámica.

La investigadora indicó que lo anterior se realizó porque permite que el neurotransmisor se mantenga estable por periodos prolongados.