Finalmente, el primer ministro y su partido obtuvieron lo que querían, mientras forzaban la aprobación de polémicos proyectos legislativos de seguridad en la Cámara Baja del Parlamento hace unas semanas.
Una gran parte de la versión 2015 del libro blanco está dedicada a describir las llamadas amenazas china, con imágenes de la construcción legal de islas por parte china en el Mar Meridional de China, donde Japón no es siquiera una parte implicada.
Si un libro blanco de defensa debe reflejar una evaluación completa e integral del entorno de seguridad de un país desde una perspectiva objetiva, la edición de 2015 es obviamente una herrramienta usada por el Gobierno japonés para justificar su agenda derechista.
En primer lugar, el libro blanco se usa para racionalizar el cambio estratégico del poder defensivo de Japón, con el traslado de más recursos militares a la parte suroccidental del país.
La edición de este año menciona un plan para desplegar fuerzas de vigilancia costera y tropas motorizadas anfibias a la isla Yonaguni, a sólo 150 kilómetros de las islas chinas Diaoyu.
En segundo lugar, el libro blanco pretender interferir en la actividad legal china de construcción de islas y en otras actividades para proteger los derechos e intereses legítimos de China.
En el Mar Oriental de China, Japón ha implementado unilateralmente la "nacionalización" de las islas Diaoyu, en una zafia violación de los intereses chinos, y ha exacerbado de esta forma la tensión entre los dos países.
En vez de admitir los errores de la Administración de Abe, el libro blanco ha difamado las patrullas legales chinas alrededor de las islas Diaoyu dentro de sus aguas territoriales.
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