LONDRES, 31 mar (Xinhua) -- Una enfermera británica se convirtió en la primera persona del mundo en tomar un medicamento experimental originario de China que la ayudó a recuperarse del letal virus del ébola.
La cabo Anna Cross, una reservista médica del ejército británico, se contagió de ébola en Sierra Leona, país del oeste de Africa, donde se desplegó un destacamento de varios cientos de elementos militares británicos para ayudar a hacer frente al ébola.
Cross, de 25 años de edad, fue tratada en una unidad de aislamiento especializado de alto nivel del Royal Free Hospital de Londres, en donde fue internada el 12 de marzo.
Los doctores utilizaron el nuevo medicamento MIL-77 para tratarla, después de lo cual fue dada de alta el viernes.
El Dr. Mike Jacobs, un especialista en enfermedades contagiosas que trató a Cross, dijo a los periodistas que la cabo "se recuperó por completo del ébola, ahora está libre del virus. Cross es la primera paciente del mundo que recibe un nuevo tratamiento especial para el ébola, el MIL-77. El tratamiento transcurrió con mucho éxito y no causó efectos secundarios que no pudiéramos solucionar".
"El hecho de que Cross se haya recuperado no indica que el MIL-77 funcione porque con un solo paciente simplemente no podemos sacar tal conclusión. No hubiéramos utilizado el medicamento si no tuviéramos la esperanza de que iba a beneficiarla", añadió Jacobs.
El profesor Jonathan Ball, un experto en virología molecular de la Universidad de Nottingham en Inglaterra, dijo hoy a Xinhua que el MIL-77 es muy parecido al ZMapp, un medicamento utilizado con anterioridad para tratar a varios pacientes con ébola.
"Este cóctel en particular es relativamente nuevo. Ya teníamos conocimiento de los anticuerpos que pueden matar al virus", dijo Ball.
El hecho de que haya sido producido en China refleja las capacidades de manufactura de las compañías biofarmacéuticas chinas y también sus relativamente bajos costos.
Ball agregó que "sabemos que existe una creciente capacidad de biomanufactura en China y también que los costos son mucho más bajos que en el resto del mundo. Muchos de nosotros estamos mirando hacia allá para la biomanufactura".
Ball dijo que el proceso para producir el MIL-77 es difícil. "Los anticuerpos son razonablemente difíciles de producir. Se tienen que cultivar células, alimentar esas células, luego empiezan a producir el anticuerpo y luego se tiene que cosechar el anticuerpo, purificarlo, embotellarlo y después está listo".
"El proceso entero es relativamente ineficiente. Hay formas de hacerlo más eficaz, de modo que está mejorando y se está haciendo más barato. No es algo trivial como elaborar un medicamento químico", indicó Ball.
El doctor dijo que el MIL-77 se utilizó en esta ocasión, pero todavía es demasiado pronto para decir si funcionó.
"No sabemos si funciona. Esa es la razón por la que necesitamos pruebas clínicas. Hasta ahora los brotes han sido muy limitados. No estábamos realmente preparados para probar estas terapias y vacunas. Cuando nos dimos cuenta de la seriedad del brote del oeste de Africa se actuó con prisa por poner a disposición los medicamentos", dijo Ball.