GINEBRA, 6 feb (Xinhua) -- La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó hoy sus pautas clínicas para el tratamiento y cuidado de los pacientes con ébola.

La medida se produce después de que la OMS convocó una reunión para actualizar sus actuales estándares clínicos en torno a las fiebres hemorrágicas.

Técnicos involucrados en el cuidado de los pacientes con ébola, científicos y representantes de las redes clínicas de la OMS y de organizaciones no gubernamentales también asistieron a la reunión.

"Es muy claro que un apoyo adecuado al cuidado reduce las tasas de mortalidad de forma significativa. Las unidades de tratamiento de ébola que utilizan fluidos intravenosos, resucitación y otros tratamientos sintomáticos han reducido las tasas de mortalidad de forma considerable para bajarlas entre 25 y 45 por ciento", dijo hoy a la prensa la asesora técnica de la OMS, Margaret Harris.

Harris señaló que revisiones médicas tempranas y mejores prácticas en la comunidad también han contribuido a mejorar las tasas de supervivencia.

Harris dijo que la terapia de reemplazo de fluidos sigue siendo una medida básica de apoyo a un buen tratamiento. Podría hacerse de manera oral si la persona puede beber. Si la persona empieza a tener síntomas como vómito y diarrea, lo ideal es aplicar la terapia de manera intravenosa.

En cuanto a los medicamentos experimentales, "aún no se ha publicado ninguna información que muestre una clara evidencia del efecto", señaló la asesora técnica.

Harris resaltó la necesidad de abordar a los grupos especiales y vulnerables como niños y mujeres embarazadas.

La asesora dijo que los niños menores de cinco años tienen una muy alta tasa de mortalidad porque necesitan un enorme apoyo para ser alimentados y cuidados.

El virus del ébola puede permanecer en el líquido amniótico incluso después de que una mujer embarazada se ha recuperado totalmente, añadió Harris.

La asesora dijo que las personas que han sobrevivido al ébola siguen teniendo problemas físicos, en especial dolor muscular y de las articulaciones, dolor de cabeza y problemas visuales, además de una serie de problemas psicológicos.

"Hay una enorme necesidad de seguir atendiendo a las personas que se han recuperado del ébola", señaló Harris.