WASHINGTON, 13 may (Xinhua) -- El tren de pasajeros que descarriló la noche del martes cerca de la ciudad estadounidense de Filadelfia viajaba al doble de la velocidad permitida, indicó hoy la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés).

El vocero de la NTSB, Robert Sumwalt, dijo en una conferencia de prensa que el tren viajaba a cerca de 170 kilómetros por hora y que el límite de velocidad para la curva era de alrededor de 80 kilómetros por hora.

Los frenos de emergencia desaceleraron el tren de 170 a 163 kilómetros por hora antes de que descarrilara.

Los registros de la caja negra serán enviados a Washington D.C. para su evaluación, dijo Sumwalt, quien añadió que su equipo también examinará otros detalles, como el estado de las vías y del tren, la forma en que operaban las señales y el "desempeño humano".

Cuando se le preguntó qué hizo al tren desplazarse a 170 kilómetros por hora, Sumwalt dijo que necesitan más tiempo para descubrir la causa.

El alcalde de Filadelfia, Michael Nutter, indicó hoy que el número de muertos por el descarrilamiento del tren se elevó a siete y que los equipos de emergencia siguen buscando más supervivientes y víctimas del incidente.

Los hospitales han atendido a más de 200 personas, de las cuales al menos la mitad han sido dadas de alta. De los lesionados, 25 pasajeros están siendo atendidos en el Hospital Universitario de Temple, incluyendo a ocho cuyo estado es serio, indicó el director médico del hospital, Herb Cushing.

Cushing señaló que muchos pasajeros resultaron heridos cuando otros pasajeros u objetos les cayeron encima. Las autoridades no han descartado la posibilidad de que haya más víctimas del incidente.

Un tren de pasajeros de Amtrak viajaba de Washington D.C. a Nueva York cuando descarriló la noche del martes cerca de Filadelfia, en el estado de Pensilvania. El alcalde de Filadelfia dijo que siete carros, incluyendo la locomotora del tren, descarrilaron. A bordo del tren viajaban 238 pasajeros y cinco miembros de la tripulación.

"Es un absoluto desastre", dijo Nutter. Los rescatistas todavía buscan en el lugar de los hechos para encontrar a cualquier posible superviviente.

La Oficina Federal de Investigación (FBI) indicó que hasta ahora no hay nada que indique que el incidente fue un acto de terrorismo.

El secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que la administración Obama está "trabajando arduamente" para encontrar lo que causó el descarrilamiento y agregó que sus pensamientos y oraciones están con las familias de todos los afectados.

Amtrak señaló que a causa del descarrilamiento, el servicio de tren entre Filadelfia y la ciudad de Nueva York sigue suspendido el día de hoy.