Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 4 abr (Xinhua) -- El gobierno cubano alertó a la ciudadanía sobre una eventual aparición de incendios forestales en abril, último mes del periodo no lluvioso en la isla.

"Históricamente, esta fecha es la más propicia para la formación de fuegos en zonas de vegetación, al culminar en dicho mes el periodo seco en el país", ya que abril persiste históricamente como el de mayor peligrosidad, dijo esta semana a la prensa local el jefe del Cuerpo de Guardabosques de Cuba (CGC), coronel Manuel Lama.

A juicio del militar, el peligro se extrema porque existe poca percepción de los riesgos asociados a esos siniestros, que no sólo afectan a la economía, sino también al medioambiente, la biodiversidad y la salud humana.

Esos siniestros provocan pérdidas millonarias en la isla, donde la mayoría son originados por negligencias humanas en el llamado periodo crítico, que se extiende de enero hasta mayo.

"Las condiciones para la formación de fuegos en zonas de vegetación se vuelven generosas cuando concluye el periodo seco en el país, sobre todo porque prácticamente no ha llovido nada", dijo Lama.

Abril es el último mes del periodo no lluvioso en Cuba y se considera que las precipitaciones sean escasas, aumenta la velocidad de los vientos y entran en acción otras variables meteorológicas que pueden traer consigo mayor intensidad en las quemas, aunque no necesariamente en la frecuencia.

Otros motivos están asociados a la quema para diferentes fines, sin adoptar las medidas de seguridad apropiadas, como herramienta agrícola en la preparación de tierras para la siembra de diversos cultivos, renovar pastos y eliminar plagas y residuos de cosechas y la elaboración de carbón.

"Que todos los campesinos, usufructuarios y ganaderos mantengan un comportamiento responsable a la hora de hacer uso del fuego", exhortó el jefe del CGC.

También aparecen entre las principales causas el tránsito de vehículos sin matachispas, accesorio que disminuye la salida de partículas de hollín incandescentes por el tubo de escape de los automóviles.

"Si las causas son esencialmente humanas, somos nosotros quienes debemos colaborar para revertir las estadísticas", subrayó Lama, quien ponderó la baja incidencia de las colillas de cigarro en el surgimiento de incendios, causa que ocupaba uno de los primeros puestos en años anteriores.

En lo que va de año han sido dañadas 1.077 hectáreas boscosas por 277 incendios en la isla, aunque más del 86 por ciento de ellos fueron extinguidos antes de alcanzar las cinco hectáreas.

Según estadísticas del CGC, en la última década ocurren en promedio cada año 381 incendios forestales en Cuba, con afectaciones a 4.300 hectáreas boscosas.

Cuba desarrolla un ambicioso programa de reforestación que le ha permitido incrementar la superficie boscosa del 13,4 por ciento, en enero de 1959, a cerca del 29 por ciento en la actualidad, cuando ha logrado crecimientos de 67.000 hectáreas anuales.

La isla, que cuenta con un centro de investigación forestal con siete estaciones experimentales en todo el país y 1.200 ingenieros forestales, tiene dos millones 700.000 hectáreas de cubierta forestal y pretende sembrar hasta 2030 unas 250.000 hectáreas con especies de rápido crecimiento y una amplia utilidad económica.

El país tiene un patrimonio forestal de unos tres millones de hectáreas, de este, el 87 por ciento está administrado por entidades estatales especializadas.