En la última actividad de la agenda, Obama presenció junto a Castro un partido amistoso de béisbol entre el equipo nacional de Cuba y Rayos de Tampa Bay, de las Grandes Ligas profesionales de Estados Unidos, en el estadio Latinoamericano que estuvo colmado por unos 55.000 aficionados.
Autoridades de ambos gobiernos coincidieron en que la visita de Obama fue un paso más en la aproximación de los dos países tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales en julio de 2015, y que el Congreso norteamericano debe levantar el cerco impuesto por Washington de manera unilateral contra la isla en 1962.
La presencia de Obama en Cuba devino la primera de un jefe de Estado norteamericano en casi 90 años, y estuvo acompañado de su esposa y sus dos hijas, miembros de su gabinete y congresistas republicanos y demócratas.
En Argentina, Obama cumplirá una visita oficial mañana miércoles y el jueves, durante la cual se reunirá con el nuevo mandatario Mauricio Macri.
