Por Juan Manuel Nievas
BUENOS AIRES, 22 mar (Xinhua) -- La ciudad de Buenos Aires espera la llegada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, casi sitiada por las medidas de seguridad y con marchas en rechazo a su visita.
Obama estará en Buenos Aires poco más de 35 horas, desde la madrugada del miércoles hasta el mediodía del jueves, cuando viajará a la sureña ciudad de Bariloche, un remanso de lagos y montañas, para evitar las marchas en esta capital por el 40 aniversario del inicio del último golpe militar en Argentina.
Las medidas de seguridad, reforzadas en las últimas horas en la capital argentina por los ataques terroristas ocurridos en Bélgica, dejaron el centro "porteño" virtualmente en estado de sitio.
El Ministerio de Seguridad informó que todas las líneas de subterráneos que circulan por la zona cambiarán sus terminales y que, en total, habrá ocho estaciones cerradas, dos de la línea "A", dos de la línea "B", una de la línea "D" y tres de la línea "E".
El límite para viajes bajo tierra en esta ciudad, entonces, lo generará la neurálgica avenida 9 de Julio.
También se prohibirá la circulación en casi 40 manzanas del "microcentro" de Buenos Aires, toda vez que Obama cumplirá actividades en esta zona, ya que estará en la Casa de Gobierno para un encuentro con su homólogo argentino Mauricio Macri y en la Catedral Metropolitana, probablemente de las 10:25 a las 14:30, hora local (13:25 y 17:30 GMT).
En los puntos de acceso a esa zona, policías federales comenzaron a colocar vallas desde el mediodía de este martes.
Unas 14 líneas del transporte automotor de pasajeros deberán cambiar sus recorridos habituales.
Controles similares se apostarán en las inmediaciones del Palacio Bosch, en el barrio de Palermo, donde reside el embajador de Estados Unidos, Noah Mamet, lugar en el cual dormirá Obama las noches del miércoles y del jueves, cuando se traslade, alrededor del mediodía, a la ciudad patagónica de Bariloche.
El Partido Obrero y otras fuerzas de izquierda anunciaron que se movilizarán mañana miércoles "contra la presencia de Obama en el país".
"Nuestro rechazo a la presencia de Obama tiene un fundamento de fondo. La visita del presidente de Estados Unidos viene a apuntalar el acuerdo leonino con los fondos buitres ("holdouts"), que representará para el capital financiero internacional beneficios astronómicos", dijo Gabriel Solano, dirigente del Partido Obrero.
Por su parte, Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo y dirigente del partido Izquierda Socialista, integrante de la coalición Frente de Izquierda, dijo que Obama "viene a dar apoyo al nuevo gobierno reaccionario y proyanqui de Mauricio Macri, al escandaloso pago a los fondos buitre" y al ajuste que implica miles de despidos y salarios bajos.
"Obama viene a respaldar las ganancias de las multinacionales yanquis en el país, como Chevron, no a fomentar ninguna inversión extranjera genuina. Lo mismo hizo en Cuba. Nada bueno se puede esperar de esta visita", advirtió.
Los manifestantes prevén concentrarse mañana miércoles desde las 16:30 hora local (19:30 GMT) en la esquina de las avenidas Santa Fe y Scalabrini Ortiz, en el barrio de Palermo, para, desde allí, marchar a la embajada estadouniense ubicada a siete cuadras, en el cruce de las calles Sarmiento y Colombia.
El próximo jueves Obama prevé viajar a Bariloche para evitar coincidir con los actos por un nuevo aniversario del inicio del último golpe militar en Argentina.
"Que el viaje de Obama se realice un 24 de marzo, al cumplirse el 40 aniversario del golpe genocida, lo convierte en una provocación política. Estados Unidos fue gestor directo del golpe de Estado y del 'operativo' represivo continental plasmado en el Plan Cóndor", señaló Solano.
"En la actualidad, Estados Unidos tiene 800 bases militares en todo el mundo, 40 de ellas en nuestro continente, entre ellas la de Guantánamo (Cuba), donde rige la tortura y el secuestro de personas", recordó el líder del Partido Obrero.