Por ello, y en vista del hecho de las graves inundaciones en las partes del sur del país de este año, que al parecer tomaron a los funcionarios por sorpresa, a pesar de que la temporada de tifones se lleva a cabo como reloj de mayo a octubre de todos los años --junto con el recuerdo de la devastación terrible causada por el tsunami provocado por terremoto de 2011-- los grandes torrentes de agua que arrasaron con casas, y de hecho con vidas, así como el peor desastre nuclear comercial visto por el mundo por la falta de muros y diques adecuados, los ciudadanos locales y expertos sugieren que existe un alto grado de ineptitud en la preparación para enfrentar las inundaciones más recientes.
"En primer lugar, parecería que el gobierno de local de Joso, en la prefectura de Ibaraki, no emitió una orden de evacuación para los residentes con mayor riesgo que viven cerca de las riberas del río Kinugawa que fueron desbordadas, lo que causó una inundación rápida en las áreas circunvecinas. Y las que recibieron información sobre la evacuación, sólo recibieron el consejo de hacerlo", dijo el comentador de asuntos de Japón, Philip McNeil, a Xinhua.
"La agencia meteorológica y el gobierno sabían que el tifón iba en camino y representaba una amenaza real para las áreas en las partes bajas en la costa este y noreste desde el martes y la historia garantiza con certeza que si no se adoptan las medidas de prevención de emergencia, entonces la inundación es casi segura.
Entonces por qué no se emitió la orden de evacuación antes y, lo que es más importante, por qué el gobierno municipal no la aplicó y facilitó, esta fuera de mi comprensión. Esto es una ineptitud grave y el gobierno tiene una enorme responsabilidad por la tragedia que resulte de este mal manejo del desastre", dijo McNeil.
McNeil explicó que cuando el tifón llegó y las precipitaciones alcanzaron niveles sin precedentes, el control de inundaciones en el río Kinugawa River se puso en peligro de desbordar por las cuatro presas que llegaron rápido a su nivel de capacidad y que los diques fueron desbordados por la falta de mantenimiento y reforzamiento, lo que, dijo McNeil, era sorprendente debido a que la temporada de tifones está pronta a tocar fin.
"No reforzar los diques a tiempo para la temporada de tifones, pudo muy bien haber costado vidas. Este río se ha inundado varias veces con los años, así que el gobierno lo tiene como un lugar de desastre en potencia cuando llega un tifón, y aun sí no hizo nada. Los diques en mal estado quedaron así y no se dio la orden de evacuación. Esto está más allá de mi comprensión. Hasta el nombre del río Kinugawa quiere decir "río de un demonio enojado" en japonés. Es increíble", expresó McNeil.