El programa del tercer rescate para el país heleno en cinco años y la primera ronda de las reformas del sistema de impuestos y pensiones fueron aprobados por 229 votos a favor en la asamblea integrada por 300 miembros, pero el premier izquierdista tuvo que depender del apoyo de los opositores partidos pro-euro tras enfrentar una "rebelión" dentro de su organización.

En la votación, 39 de los 149 legisladores de Syriza desafiaron la línea del partido oponiéndose al premier, lo cual ha suscitado preocupación sobre el destino del gobierno de coalición.