El Cristo es una obra que se redescubrió hace 15 años. La pieza la inició Miguel Ángel y la terminó un escultor anónimo. No la terminó al aparecer, por una veta negra en la pieza de mármol a la altura del rostro.

Y otra, la escultura del David-Apollo, que viajó por primera vez a América, a Estados Unidos en 1949, fue visitada por 800.000 personas.

La exposición marca al artista Miguel Ángel como escultor, como pintor (Capilla Sixtina o el retrato del papa Julio II) y como arquitecto (el dibujo de la Puerta Pia, proyectos para la fachada de San Lorenzo) entre otras obras.