MOSCU, 4 jun (Xinhua) -- China y Rusia reiteraron este miércoles su oposición a cualquier intento de distorsionar la historia o encubrir el fascismo y las agresiones militaristas ocurridas en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.
Durante un encuentro del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) celebrado en Moscú, el canciller chino, Wang Yi, pidió a los miembros del bloque que recuerden la historia, conmemoren a los mártires, amen la paz y trabajen juntos para crear un futuro mejor, al tiempo que celebran conjuntamente el 70º aniversario de la victoria en la Guerra Antifascista.
Wang también reclamó a todos los miembros de la organización que se opongan firmemente a las palabras y acciones que pretenden distorsionar la historia y adornar las agresiones durante la II Guerra Mundial.
En su reunión con Wang y con otros ministros de Exteriores en el Kremlin, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que la comunidad internacional necesitar tener un entendimiento mejor sobre el enorme sacrificio nacional que el pueblo chino realizó en su lucha contra las agresiones extranjeras.
Putin subrayó que no debe ser olvidado que el militarismo causó estragos en China y a lo largo de Asia, y aseveró que es responsabilidad común de todos los países que aman la paz el evitar la repetición de este tipo de tragedias.
Los países de todo el mundo deberían oponerse con firmeza a los intentos realizados actualmente por algunas fuerzas que pretenden negar y glorificar el fascismo y el militarismo, añadió Putin.
También este miércoles, Wang enfatizó la importancia de continuar potenciando la unidad de la OCS y de reforzar el bloque, y esgrimió que hacer esto se ajusta a las necesidades prácticas de desarrollo y rejuvenecimiento de todos los miembros, cumple la tendencia a la integración regional y contribuye a alcanzar los objetivos a largo plazo de estabilidad y prosperidad en la región.
Durante la reunión, Wang también reclamó plafinicar la orientación y la preparación de la ampliación de la OCS, extendiendo el respaldo mutuo y trabajando juntos para salvaguardar los intereses principales, consolidando y ampliando la cooperación en materia de seguridad para combatir las amenazas, así como mejorando la cooperación pragmática para impulsar la cooperación económica y comercial.
Según Putin, la OCS está cobrando cada vez más importancia y una docena de nuevos países han mostrado interés en cooperar con ella.
"A otros países les gustaría reforzar sus contactos con nuestra organización. Es algo natural dado que cada vez tiene más peso e importancia debido a que responde a las cuestiones más importantes para nuestras naciones y para la región como un todo", explicó.
En concreto, dijo, "además de los miembros de la organización, socios de doce países han mostrado interés por su trabajo".
El presidente ruso subrayó también que la realización de dos grandes proyectos como son la Iniciativa de la Ruta de la Seda y la Unión Económica Euroasiática responden al interés de los integrantes de la OCS.
En este sentido, confió en que los participantes en el encuentro de ministros de Relaciones Exteriores apoyen y espoleen estos proyectos.
El mes pasado, durante la visita a Moscú del presidente chino, Xi Jinping, China y Rusia firmaron una declaración conjunta sobre la integración de la iniciativa china de la Franja Económica de la Ruta de la Seda con las aspiraciones rusa en el marco de la Unión Económica Euroasiática.
En el documento, ambos países se comprometieron a mantener un crecimiento económico continuo y estable en la región, reforzar la integración económica regional, y proteger la paz y la estabilidad en el continente euroasiático.
Fundada en el año 2001, la OCS tiene como estados miembros a China, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán. Afganistán, Irán, la India, Mongolia y Pakistán son estados observadores, mientras Bielorrusia, Turquía y Sri Lanka son socios de diálogo.
Rusia ostenta en 2015 la presidencia rotatoria de la OCS que, el próximo julio, celebrará una cumbre en Ufa, capital de la república rusa de Baskorkostán.
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