Quien sí se refirió explícitamente a la esclavitud y a las demandas de Haití fue el presidente Martelly, al afirmar que los "accidentes y errores de nuestro pasado no han impedido a mi pueblo tener un gran corazón y reconocer los valores" y superar el resentimiento.
"El camino que tenemos por delante es más largo y más prometedor que el que ya hemos cruzado. ¡Si no podemos cambiar la historia, que la historia nos cambie a nosotros!", manifestó Martelly al solicitar a Hollande la aplicación de un plan para la educación en Haití.
Haití, que se liberó de Francia en 1804, sin embargo tuvo que pagar durante más de un siglo el equivalente a 90 millones de francos oro (unos 22.000 millones de dólares en la actualidad) que las autoridades francesas reclamaron en 1825 para reconocer la independencia haitiana.
En 2003 el entonces presidente de Haití, Jean Bertrand Aristide, lanzó una campaña para reclamar a Francia 21.000 millones de dólares como reparación por el "daño hecho" a su país con el reclamo de pago, pero la causa se suspendió debido a su salida abrupta del poder.