La brutalidad de la policía en el caso de Gray convirtió a Baltimore en el epicentro de un debate nacional en torno a las relaciones raciales luego de una oleada de asesinatos de hombres negros desarmados por parte de oficiales de policía blancos.
Otro desafío para Lynch es volver a autorizar la Ley Patriota posterior a los ataques del 11 de septiembre, utilizada para la polémica práctica de la Agencia Nacional de Seguridad de recabar los registros telefónicos de los estadounidenses. La ley expirará en junio.
Lynch fue confirmada el jueves por el Senado de Estados Unidos luego de una demora de cinco meses en la que su nombramiento quedó atrapado primero en las disputas partidistas respecto de las acciones ejecutivas sobre inmigración emitidas en 2014 por el presidente estadounidense Barack Obama y luego por las diferencias partidistas en torno a una legislación de tráfico de personas.