La intensidad de la explosión fue tan potente que se escuchó a kilómetros del lugar de los hechos. Las ventanas de los edificios cercanos estallaron y varios vehículos estacionados en los alrededores se incendiaron.
Hasta el momento ningún grupo ha reivindicado el atentado.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó el atentado e instruyó a las autoridades pertinentes a brindar el mejor tratamiento médico posible a los heridos.
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