Por eso, la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, junto con la Dirección General de Colectividades del Gobierno de la Ciudad y la Fundación Muralla Dorada, dispusieron nuevamente que las celebraciones se realicen en el espacio verde, con mayor capacidad, de modo de liberar de alguna manera las calles aledañas, que también lucieron repletas de curiosos, turistas y paseantes.
A tono con Argentina, durante una agradable tarde-noche de sábado, los presentes disfrutaron de la danza del dragón, de ópera china, de espectáculos de tango, danzas, artes marciales y títeres tradicionales chinos, entre muchas otras sorpresas.
La Fiesta de la Primavera fue un éxito. "Tomamos el colectivo 15 desde (el barrio de) Caballito. Somos siete, nos vamos a quedar hasta bien tarde, para poder comer acá y ver los festejos", dijo por su lado Josefina Gelpio, quien aseguró ser fanática del té chino.
Un poco más allá, Josefina de Rosa reveló que visita el barrio chino asiduamente por trabajo, ya que es chef y suele comprar especias. "Pero hoy no es por trabajo, vine a pasear y tomar fotos de los dragones que bailan", contó.
Desde la alcaldía, explicaron que el evento "es un mensaje de integración que simboliza la diversidad cultural de la ciudad de Buenos Aires".