Otro panda gigante, Cheng Cheng, también de ocho años, murió el 9 de diciembre de 2014.
Dos ejemplares más están enfermos, uno de ellos en estado crítico, y otros cuatro han mostrado síntomas de fiebre y han sido puestos en cuarentena para un diagnóstico ulterior.
Más de 30 expertos de toda China están al cuidado de los pandas gigantes.
El moquillo es una enfermedad vírica que afecta a los tractos gastrointestinal y respiratorio, así como a la médula espinal y al cerebro. Los animales infectados normalmente tienen síntomas como fiebre alta, inflamación de los ojos, tos, vómitos, diarrea y somnolencia. Es muy contagiosa, tiene una alta tasa de mortalidad y habitualmente se propaga a través del contacto con fluidos corporales infectados o comida o bebida contaminadas.
Antes de la epidemia, el centro de rescate, cría e investigación de Shaanxi era el hogar de 25 osos panda. Tras el brote la instalación envió a los pandas sanos a reservas naturales en otros puntos de la provincia.
|