Por George N. Tzogopoulos
ATENAS, 14 jul (Xinhua) -- Un acuerdo de rescate entre Grecia y los países de la eurozona tras negociaciones maratonianas ha evitado la posibilidad de que Grecia saliese del euro, pero todavía queda mucho trabajo por hacer para lograr la estabilidad del bloque de la moneda única.
Después de las conversaciones, que se extendieron durante toda la noche hasta su finalización la mañana de este lunes, los líderes de los países de la eurozona alcanzaron un acuerdo que mantendrá a Grecia a flote, siempre y cuando el Gobierno heleno implemente duras medidas de austeridad en los próximos días.
Quizás fue la noche más dolorosa en la historia de la eurozona.
Las opciones estaban claras: el Gobierno griego tenía que aceptar los términos de sus acreedores o bien abandonar el bloque de la moneda única.
El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, tomó la decisión correcto para salvaguardar el futuro europeo de su país y evitó una quiebra desordenada de consecuencias dramáticas.
Sin embargo, el acuerdo alcanzado en Bruselas es muy difícil para Grecia. En dos días, el Parlamento del país tiene que aprobar reformas que no ha puesto en marcha en casi cinco años.
Entre las medidas se encuentran la ampliación de la base tributaria para incrementar los ingresos gubernamentales y cambiar el sistema de pensiones. También se le ha requerido al Ejecutivo de Tsipras que enmiende parte de la legislación introducida tras de su victoria electoral, o que presente medidas compensatorias claramente equivalentes.
Toda esta tarea hercúlea precisa de un ambiente de estabilidad política en el país. Si el Gobierno de Tsipras solo permanece en el poder durante un periodo de tiempo corto, la inestabilidad volverá y la paciencia de los acreedores se irá.
El acuerdo alcanzado en Bruselas, si se implementa, le dará una oportunidad al Gobierno heleno de llevar nuevo capital para los bancos, de cubrir las brechas fiscales y de restaurar la confianza de los inversores.
Aunque sea ciertamente dura, una implementación adecuada podría garantizar mejores resultados y una posible renegociación para lograr unas condiciones más favorables en el futuro.
A largo plazo, Grecia necesita sustanciales reformas estructurales para conseguir el crecimiento económico. El país debería tomar el acuerdo del lunes como una oportunidad para embarcarse rápidamente en reformas drásticas.