SEUL, 15 jun (Xinhua) -- La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, mostró este lunes la intención de deshelar los lazos con Japón sobre temas no históricos después de rehusarse a dialogar cara a cara con el primer ministro nipón, Shinzo Abe.

En una reunión con altos asesores presidenciales, Park insistió en que Seúl y Tokio tienen aún puntos de vistas diferentes respecto a ciertos temas, refiriéndose a las mujeres de comfort o coreanas forzadas por el ejército imperial japonés a trabajar como esclavas sexuales en los burdeles militares durante la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, la mandataria pidió a los asesores buscar formas para desarrollar las relaciones bilaterales de una manera orientada al futuro, centrándose en los temas que requieren de la cooperación entre los dos países, e intentar solucionar los asuntos polémicos por separado.

Sus declaraciones reflejaron la diplomacia de "dos vías" surcoreana con Japón, lo cual significa que Seúl buscará cooperar con Tokio en economía y seguridad, separado de los temas históricos como las mujeres de comfort y las disputas territoriales en los islotes orientales de Dokdo, conocidos en japonés como Takeshima.

Los diplomáticos a niveles de directores generales de ambas naciones celebraron la octava ronda de conversaciones sobre el tema de las mujeres de comfort el pasado día 11, en vísperas del 50º aniversario de la normalización de los lazos diplomáticos entre la República de Corea y Japón.

El 22 de junio hace cinco décadas, el entonces presidente Park Chung-hee, padre de la actual mandataria surcoreana, acordó con Japón normalizar las relaciones bilaterales, unos 20 años después del final del dominio colonial japonés en la Península Coreana en 1945.

Japón ha insistido en que todos los temas relacionados con la esclavitud sexual durante la guerra fueron resueltos a través de la normalización.

Park manifestó que sería muy significativo tener la oportunidad de celebrar el 50º aniversario (de la normalización de las relaciones bilaterales), pero destacó que lo sería mucho más resolver el estancamiento de los vínculos entre Seúl y Tokio.

Desde que asumió el cargo en febrero de 2013, la presidenta surcoreana se ha negado a celebrar una cumbre con Abe, aludiendo a la errónea percepción de la historia del primer ministro nipón.

Abe describió la esclavitud sexual como la trata de blancas realizada por agentes privados, buscando evadir las responsabilidades del gobierno japonés.