BAGDAD, 26 may (Xinhua) -- Las fuerzas de seguridad iraquíes iniciaron este martes dos ofensivas militares para expulsar a los milicianos del Estado Islámico (EI) de Ramadi, capital de la provincia de Anbar, y de las zonas que aún controlan en la de Salahudin, dijo un vocero militar.
El ejército iraquí, la policía y las milicias unidas suníes y shiítas, conocidas como Hashd Shaabi o Movilización Popular, avanzaron a primeras horas desde sus posiciones hacia Ramadi, controlada por el EI y a 110 kilómetros al oeste de la capital iraquí, dijo Ahmed al-Asadi, portavoz de las milicias.
En una conferencia de prensa transmitida por el canal estatal Iraqiya, aseguró que las fuerzas iraquíes están ahora avanzando hacia Ramadi desde tres direcciones y han logrado cortar las rutas de suministros del EI en el sur de la ciudad, preparándose para liberarla.
Ramadi está bajo control del EI desde la noche del pasado 17 de mayo, cuando ante el ataque insurgente las fuerzas de seguridad iraquíes se retiraron de sus posiciones en la octava Brigada del ejército y el mando provincial de operaciones.
La rápida retirada y la caída de Ramadi, capital de la mayor provincia de Irak, fueron consideradas un revés en los esfuerzos del primer ministro Haider al-Abadi por derrotar al EI en la provincia de Anbar y después liberar la ciudad norteña de Mosul.
Entre tanto, en la provincia de Salahudin, dijo el vocero, las fuerzas de seguridad y Hashd Shaabi empezaron a primeras horas de esta mañana una nueva operación denominada "Labaiyka Ya Hussein" o "Estamos a su servicio, Hussein" (el más venerado de los 12 imanes shiítas).
Añadió que la operación fue diseñada para liberar las áreas controladas por los rebeldes en la parte occidental de la provincia así como el norte de la provincia vecina de Anbar.
Desde el 2 de marzo, unos 30.000 soldados iraquíes y miles de milicianos shiítas y suníes han participado en la gran ofensiva de Irak para retomar la región septentrional de Salahudin, donde se encuentran Tikrit y otras ciudades y pueblos clave.
La situación de seguridad en Irak ha empeorado drásticamente desde junio de 2014, cuando estallaron violentos enfrentamientos entre las fuerzas iraquíes de seguridad y el EI.