BANDUNG, Indonesia, 24 abr (Xinhua) -- Líderes y delegados procedentes de unos 100 países de Asia y Africa se reunieron hoy en esta ciudad indonesia para conmemorar el 60º aniversario de la Conferencia Asia-Africa, también conocida como Conferencia de Bandung, y firmaron el Mensaje de Bandung para revitalizar la asociación entre los dos continentes.
De manera simbólica, los líderes caminaron los 50 metros que separan al Savoy Homann, grandioso hotel del siglo XIX, y el Edificio Merdeka, o Edificio de la Independencia, la misma ruta transitada por los entonces líderes asiáticos y africanos desde su residencia a la sede de la reunión de la Conferencia de Bandung en 1955.
Durante la ceremonia, los líderes y delegados recordaron el trayecto recorrido por los países asiáticos y africanos durante las últimas seis décadas.
Los discursos de bienvenida fueron pronunciados por el presidente de Indonesia, país anfitrión, el mandatario de Zimbabwe, copresidente de la Cumbre Asia-Africa 2015, el primer ministro de Egipto, representante de los países africanos, el presidente de Myanmar, representante de las naciones asiáticas, y el vicepresidente de Venezuela, representante de los países observadores.
El mandatario indonesio, Joko Widodo, pidió a los países asiáticos y africanos continuar trabajando por la prosperidad, a través de seguir el Espíritu de Bandung y forjar asociaciones basadas en la igualdad.
Los países asiáticos y africanos deben trabajar hombro con hombro para lograr la prosperidad mediante la cooperación económica y comercial, subrayó.
El Espíritu de Bandung, que destaca la solidaridad, la amistad y la cooperación, brindará bienestar a los pueblos, indicó Widodo, quien resaltó que las metas de los países asiáticos y africanos "deberán cumplirse a través de la cooperación".
Asimismo dijo que reconoce, como presidente de Indonesia, que su país no ha logrado librarse de la pobreza y ha sido dejado atrás por las naciones desarrolladas en otras partes del mundo. "Este problema también lo enfrentan amigos de Asia y Africa", abundó.
Por eso, el mandatario pidió a los dos continentes impulsar el Espíritu de Bandung, "continuar la lucha de nuestros líderes hace 60 años" y promover el entendimiento mutuo y la paz mundial.
Citando la insuficiente representación de los países asiáticos y africanos en el sistema multilateral mundial, el presidente zimbabuense, Robert Mugabe, aseveró que "ha llegado el momento de que estimulemos el Espíritu de Bandung" para impulsar de manera más efectiva la agenda de desarrollo del Sur.
El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) encabezado por China refleja la voz del Sur, acotó.
También es hora de considerar más opciones para garantizar la posición del Sur en los asuntos globales, aspecto en que el BAII es un ejemplo, enfatizó Mugabe.
En su discurso intentó, además, atraer la atención al hecho de que el comercio entre Asia y Africa ha aumentado rápidamente, pero de una manera muy desequilibrada.
Uno de los principales factores que han provocado este gran desequilibrio consiste en el modelo comercial, en que las exportaciones africanas han estado dominadas por las materias primas y las importaciones por productos manufacturados.
"Podemos y tenemos que corregir esta situación insostenible", señaló Mugabe, quien explicó que los países africanos han decidido transformar sus economías mediante programas y proyectos de industrialización basados en los recursos y los productos con valor añadido.
Esta agenda de transformación económica "brinda enormes oportunidades para una mayor cooperación entre nuestros países", mediante inversiones y transferencias tecnológicas, entre otras formas de intercambio, declaró el mandatario zimbabuense.
Asimismo hizo hincapié en la necesidad de "poner en marcha los programas que pongan en contacto directo a nuestros pueblos a través de intercambios culturales, deportivos, académicos y comerciales, entre otros".
La solidaridad Asia-Africa carecerá de carácter y contenido si no se expresa y manifiesta en un mayor entendimiento entre los pueblos de ambas regiones, indicó.
"El valor de nuestra asociación no se debe medir puramente en términos comerciales, ni siquiera monetarios, lo más importante es que lo hagamos en términos de la solidaridad y la amistad de nuestros pueblos", añadió Mugabe.
El primer ministro de Egipto, Ibrahim Mehleb, y el presidente de Myanmar, U Thein Sein, coincidieron en señalar que el Espíritu de Bandung sigue siendo importante a la hora de abordar los retos actuales.
Por su parte, el vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, afirmó que Asia y Africa deben unirse también a América Latina y el Caribe en la lucha contra el neocolonialismo.
"Económicamente nunca debemos marchar solos, debemos marchar juntos como un poderoso bloque, y ayudar a otros países pequeños a lograr la independencia, no sólo política, sino también económica", aseveró Arreaza, quien llamó a la formación de un sólido bloque entre los países de Asia, Africa, América Latina y el Caribe.
Tras la ronda de discursos se firmó el Mensaje de Bandung, de 41 puntos, dirigido a lograr la revitalización de la asociación Asia-Africa.
En el documento, los líderes de los países asiáticos y africanos se comprometieron a alcanzar el desarrollo sostenible para Asia y Africa mediante el impulso de la cooperación en una amplia gama de terrenos, desde la lucha contra el crimen organizado transnacional y el terrorismo hasta la promoción del turismo, la logística, la inversión y el transporte.
Se decidió también declarar al 24 de abril como Día Asia-Africa para celebrar la solidaridad, la cooperación y la asociación, con el objetivo de promover la paz y la prosperidad mundiales, de acuerdo con el texto.
Las actividades conmemorativas tuvieron lugar después de la celebración de la Cumbre Asia-Africa 2015 en Yakarta, de dos días de duración, durante la cual se adoptaron tres documentos importantes: el Mensaje de Bandung, la Declaración para la Revitalización de la Nueva Asociación Estratégica Asia-Africa y la Declaración sobre Palestina.