Por Tai Beiping, Lu Juan

YAKARTA, 21 abr (Xinhua) -- Hace sesenta años, delegados de 29 países de Asia y Africa se reunieron en la ciudad indonesia de Bandung, para celebrar una conferencia con el objetivo de decidir su propio futuro y destino. Esa conferencia dio a luz el espíritu de Bandung, que pide solidaridad, amistad y cooperación, busca un terreno común dejando de lado las diferencias, y persigue un desarrollo común.

Más de medio siglo después, han ocurrido cambios drásticos y profundos en el mundo. El espíritu de Bandung, basado en los principios de solidaridad, amistad y cooperación, aún mantiene una importancia significativa para las naciones asiáticas y africanas, e incluso para toda la comunidad internacional.

Tras la conferencia Asia-Africa en 1955, el espíritu de Bandung ha servido como un fundamento importante para establecer un nuevo orden político y económico internacional que es justo y equitativo, y ha proporcionado una dirección a los países en desarrollo para que busquen la fuerza a través de la unidad y la cooperación.

El espíritu de Bandung, que contiene los Diez Principios de Bandung para abordar las relaciones entre estados, y los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, se ha convertido en un conjunto de normas ampliamente reconocidas para las relaciones internacionales.

Esos principios representan una llamada justa para la independencia, la dignidad y la igualdad de las naciones oprimidas, y sirven como un principio rector para que los países con sistemas sociales iguales o diferentes establezcan y promuevan unas relaciones amistosas.

Los principios también señalaron una manera eficaz para procurar soluciones pacíficas a asuntos históricos pendientes y disputas en el mundo, haciendo contribuciones históricas a la solidaridad y la cooperación entre los países asiáticos y africanos.

Sesenta años después de la Conferencia de Bandung, el mundo se encuentra una vez más en una encrucijada histórica en medio de cambios complejos. Esta vez, la multipolaridad y la globalización están ganando impulso. Los países son cada vez más interdependientes con un sentido más fuerte de la comunidad de destino común.

Hoy en Asia y Africa, los países en desarrollo ascienden como un grupo. Los dos continentes se encuentran a la cabeza del mundo en términos tanto de potencial de desarrollo como de dinamismo, que es atribuible a los esfuerzos unidos de los pueblos de los dos continentes, y a la guía que ha supuesto el espíritu de Bandung.

El espíritu de Bandung todavía es necesario hoy, cuando los países asiáticos y africanos se enfrentan a la enorme tarea de defender la seguridad nacional y la estabilidad social, acelerar el desarrollo económico y social, así como mejorar los niveles de vida de la población.

Para el mundo en general, también han surgido una serie de nuevos desafíos. Las amenazas de seguridad tradicional y no tradicional están entrelazadas, la brecha entre el Norte y el Sur no se ha reducido, y es necesario abordar mejor el equilibrio entre el desarrollo económico y la protección medioambiental. Para enfrentar estos desafíos, el espíritu de Bandung, que defiende los valores de solidaridad, amistad y cooperación, puede ser la pauta más pertinente y eficaz.

En este momento histórico, cuando líderes asiáticos y africanos regresarán a Bandung para conmemorar el 60º aniversario de la Conferencia Asia-Africa, se necesita que el mundo se una para llevar adelante el espíritu de Bandung y trabajar continuamente por la dignidad común y el bienestar de todos los seres humanos.