WASHINGTON, 14 abr (Xinhua) -- Una mayor militarización de Asia Meridional y Oriental por parte de Estados Unidos, especialmente a través de una política con un marcado prejuicio contra China, no mejorará el ambiente general de seguridad, manifestó en entrevista con Xinhua Ted Galen Carpenter, experto en defensa y política exterior del Instituto Cato.
"En lugar de eso, Washington debe enfocarse en la adopción de una posición más neutral sobre las disputas territoriales que involucran a varias potencias regionales, y aceptar que la creciente influencia económica y militar de Beijing puede jugar un papel establilizador y no perturbador", aseveró.
EEUU no tiene importantes intereses económicos y de seguridad en Asia Meridional y Oriental, especialmente en el segundo, consideró el experto del Instituto Cato con sede en Washington D.C., quien defiende un gobierno limitado.
El secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, concluyó recientemente su primera gira asiática desde que asumiera el cargo en febrero, prometiendo "iniciar la próxima etapa" en el reequilibrio de la política exterior estadounidense sobre la región Asia-Pacífico con la redistribución de armas y soldados, y una postura militar modernizada.
Carpenter dijo que la "próxima etapa" de la estrategia estadounidense de reequilibrio se centraría en el fortalecimiento de las alianzas de Washington con varios socios de seguridad en Asia Meridional y Oriental, apoyado por una presencia militar estadounidense más visible y fuerte.
"Existen múltiples motivos para la estrategia de la administración Obama... aunque esa decisión está implícitamente dirigida contra China, la nueva fase de la estrategia de reequilibrio también está dirigida contra Corea del Norte (República Popular Democrática de Corea) y Rusia", señaló Carpenter.
"La esencia es que la estrategia de reequilibrio está diseñada para mantener la hegemonía de Estados Unidos en esa parte del mundo", expresó.
Durante su visitas a Japón y Corea del Sur, Carter ha buscado además profundizar los lazos con sus aliados, lo cual quedó plasmado cuando indicó que "reafirmamos el compromiso de nuestro país con esta fuerte alianza, especialmente en nuevos dominios como el ciberespacio y la ciencia".
"Washington desea forjar un potente frente unido trilateral de seguridad junto a Japón y Corea del Sur para contrarrestar a China, Rusia y Corea del Norte", pero "hay varios problemas respecto a ese enfoque, incluida la persistencia de las disputas y las tensiones entre Seúl y Tokio que limitan tal cooperación", acotó Carpenter.
Asimismo explicó que la reciente crítica de Corea del Sur sobre los libros de texto japoneses y la cada vez más agria disputa territorial bilateral son claras indicaciones de la existencia de serias fricciones entre los dos principales socios en materia de seguridad de Estados Unidos en el Noreste de Asia.
"La situación resalta un importante defecto dentro de la estrategia de reequilibrio de Washington", concluyó.