BERLIN, 10 mar (Xinhua) -- Una reconciliación sólo es posible si Japón hace frente al pasado con franqueza, dijo el lunes la canciller de Alemania, Angela Merkel, durante su primera visita a Tokio en siete años, y pidió a Japón que sea más honesto al abordar su historia.
Cuando se trata de reflexionar sobre la historia, Alemania y Japón, ex aliados de guerra, no se encuentran en la misma página.
A pesar de los episodios vergonzosos en su pasado, Alemania fue aceptada de nuevo por sus vecinos europeos y la comunidad internacional después de la Segunda Guerra Mundial.
"La imagen que la mayoría de los griegos tiene de Alemania en la actualidad no tiene nada que ver con el nazismo", dijo en una entrevista reciente la integrante del Parlamento Europeo, la griega Marietta Giannakoum.
"Creo que fue posible primero porque Alemania sí enfrentó su pasado honestamente", explicó Merkel durante su visita a Japón.
Pero aunque la reflexión de Alemania sobre su historia se ha vuelto un modelo internacional, el camino que Alemania recorrió ha estado lejos de ser simple después de 70 años de la guerra.
El periodo entre 1945 y 1965, cuando muchos alemanes seguían afectados por la ideología de los nazis y sentían simpatía hacia los nazis, fue llamado por algunos historiadores alemanes como la "era del silencio".
En 1963, el asesinato de judíos europeos atrajo la atención primero del público más amplio por los juicios de Auschwitz en Frankfurt, una serie de juicios que culpaban a los acusados por su papel en el Holocausto como oficiales de nivel medio a bajo.
En 1969, el gesto histórico de Willy Brandt de arrodillarse en Varsovia mostró al mundo que también existe un entendimiento distinto sobre cómo enfrentar el pasado nazi en Alemania.
El 8 de mayo de 1985, el discurso de Weizsaecker estableció un hito en la historia de la política alemana, cuando dijo: "Aquellos que cierran sus ojos al pasado están ciegos al presente. Aquellos que no desean recordar la falta de humanidad, son vulnerables a nuevos riesgos de contagio".
En la Alemania actual, la confrontación con el pasado nazi no es sólo un tema de la enseñanza de la historia en escuelas, colegios y universidades, sino también una parte integral de los medios de comunicación, en especial de la televisión, y de las discusiones. También figura en el área de la política.
En resumen, se ha vuelto omnipresente en la sociedad alemana.
Alemania tuvo suerte en ser reinsertada y aceptada por la comunidad internacional luego de los días horribles durante el gobierno nazi y el Holocausto, señaló Merkel.
No obstante, como enseña la reflexión de Alemania sobre la historia, la confianza que Alemania goza de la comunidad internacional no fue ganada por suerte, sino por años de esfuerzos voluntarios.
Merkel indicó: "Uno de los mayores logros fue la reconciliación entre Alemania y Francia. En la actualidad podría ser llamada con seguridad una relación franco-alemana".
Si Japón despierta un día a las buenas intenciones del consejo de la líder alemana, el país se dará cuenta de que la reconciliación va a ser una situación benéfica para todos.