Crítica de Obama a próxima ley antiterrorista china es infundada

Actualizado 2015-03-04 14:15:40 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 4 mar (Xinhua) -- La crítica del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a la próxima ley antiterrorista de China es totalmente infundada y constituye otra evidencia de la arrogancia y la hipocresía de la política exterior estadounidense.

Pese a que la aprobación de una ley china es un asunto completamente interno de China, Obama insistió en que la medida, que requerirá que las firmas tecnológicas permitan el acceso a la vigilancia a las autoridades chinas con el objetivo de recopilar información de inteligencia sobre el terrorismo, es "algo que tendrán que cambiar si van a hacer negocios con EEUU".

Para empezar, las provisiones están escritas únicamente para obtener más y mejores informaciones de inteligencia, ya que China enfrenta serias amenazas terroristas nacionales, como por ejemplo la denominada "Organización para la Liberación del Turkestán Oriental".

Actualmente, los terroristas utilizan cada vez más las tecnologías modernas para la comunicación y la colaboración. Y se ha convertido en una práctica común en muchos países occidentales, incluido el propio Estados Unidos, mantener una estrecha vigilancia en Internet y las redes de comunicaciones sobre posibles pistas del terrorismo y otras actividades delictivas.

El Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU han tenido acceso ambos a los equipos de las principales firmas tecnológicas estadounidenses.

El director del FBI, James Comey, advirtió públicamente a compañías como Apple y Google en 2014 contra el uso de encriptación que las autoridades de seguridad no pudieran descifrar.

Mientras defiende la legitimidad y la necesidad de comportamientos similares en su propio país, la crítica de Obama hacia la ley antiterrorista china demuestra obviamente el egoísmo y la hipocresía de la política exterior estadounidense.

En segundo lugar, la vigilancia de las acciones terroristas en los equipos de las compañías de Internet y telecomunicaciones en China se realizará estrictamente según las leyes.

A través de procedimientos transparentes, la campaña antiterrorista china será diferente de lo hecho por EEUU: dejar a las autoridades de vigilancia actuar inadecuadamente y convertir el antiterrorismo en espionaje paranoico, incluso de los civiles y sus aliados.

De hecho, ese mismo espionaje paranoico y estrechez de miras, como lo han demostrado la exageración de Obama y sus miembros del Gabinete ante las provisiones de la ley antiterrorista china, también ha denegado el acceso de las empresas de tecnología chinas al mercado norteamericano.

Contrariamente a las acusaciones de Estados Unidos, la ley antiterrorista de China no impondrá presiones regulatorias injustas sobre las compañías foráneas, ya que las provisiones se aplicarán tanto para las firmas nacionales como extranjeras.

Además, para lograr la victoria en la lucha global contra el terrorismo, Obama y su gobierno deben tratar a China en igualdad de términos y dejar de implementar políticas exteriores basadas en el realpolitik y la búsqueda de sus propios intereses unilaterales a corto plazo.

Menos de tres semanas desde que Obama celebrara la "cumbre antiterrorismo" en Washington y calificara el terrorismo de una de las mayores amenazas en esta generación, el presidente ha comenzado a criticar los esfuerzos antiterroristas de otro país, lo que hace al pueblo cuestionar naturalmente las verdaderas intenciones de dichas acusaciones.

La nueva ley antiterrorista de China puede ayudar a la lucha contra el terrorismo de una manera mejor y más efectiva. Cualquier revés de los terroristas es una victoria de todos los países.

Mientras más pronto Obama y su gobierno lo entiendan, mayor será el beneficio para el mundo.

010020070760000000000000011100141340369651