KIEV/MOSCU, 6 feb (Xinhua) -- La escalada de conflictos en el este de Ucrania puede estar en un momento crucial con los líderes de Francia y Alemania de visita en Kiev y Moscú con el objetivo de impulsar un nuevo plan de paz, al tiempo que Rusia dijo que está a la espera de conversaciones tripartitas "constructivas".
El presidente francés, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, realizaron un viaje sorpresa a Kiev y se reunieron con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, para discutir las posibles medidas para poner fin a los enfrentamientos en el este de Ucrania.
El conflicto, que ya se extiende durante 10 meses, entre las tropas gubernamentales y las fuerzas proindependentistas en las regiones de Donetsk y Lugansk, ha causado la muerte de 5.300 personas desde abril de 2014 y se ha intensificado drásticamente en las últimas dos semanas.
Durante la reunión, Poroshenko reiteró la importancia de una implementación completa del acuerdo de paz de Minsk para resolver el conflicto, detalló en un comunicado su servicio de prensa.
En particular, el mandatario ucraniano destacó la necesidad de asegurar un alto el fuego, continuar el intercambio de prisioneros de guerra y celebrar elecciones locales bajo la legislación ucraniana en los territorios conflictivos.
Sin embargo, no se produjo ninguna revelación sobre la iniciativa diplomática coordinada germano-francesa, ni una declaración conjunta por los tres líderes tras su conversaciones, aunque Poroshenko dijo que la reunión proporciona "esperanza de que se consiga un resultado sobre la tregua".
Antes de su partida a Urania, Hollande dijo durante una conferencia de prensa en París que su visita a Kiev con Merkel ha sido organizada en un intento por alcanzar un nuevo acuerdo aceptable para todas partes enfretadas en Ucrania. También destacó que no apoyará la entrada de Ucrania en la OTAN, postura bienvenida por Moscú.
Tras la visita a Kiev, Hollande y Merkel, quienes mediaron una primera reunión con líderes ucranianos y rusos en junio de 2014, planean viajar a Moscú para reunirse el viernes con el presidente ruso, Vladimir Putin.
En Moscú, el asistente presidencial Yuri Ushakov dijo que Rusia está preparada para celebrar negociaciones constructivas con sus socios para conseguir acuerdos con el objetivo de resolver la crisis en el este de Ucrania. También dijo que el Kremlin espera que Merkel y Hollande hayan tenido en cuenta las propuestas de paz de Putin.
Según el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov, las conversaciones tripartitas entre Putin, Hollande y Merkel, están programadas para llevarse a cabo a las 17:00 hora local en Moscú (14:00 GMT).
Los tres líderes discutirán medidas particulares que podrían "contribuir a un rápido fin de la guerra civil en Ucrania que se ha deteriorado de manera significativa y ha dejado numerosas víctimas en los últimos días", dijo Peskov.
Se espera que se alcancen acuerdos el viernes para ayudar a estabilizar la situación en Ucrania, establecer contactos directos entre las partes en conflicto, facilitar el trabajo del grupo de contacto, así como restaurar los lazos económicos entre el gobierno de Kiev y las regiones del este.
El viaje de Hollande y Merkel llega en un momento en el que han aumentado las preocupaciones sobre si EEUU proporcionará armas a Ucrania, y con la OTAN preparando una fuerza de reacción rápida de 5.000 soldados para contrarrestar posibles acciones de Rusia en Ucrania.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, estaba en Kiev el jueves y discutió la crisis en Ucrania con Poroshenko. A diferencia de Merkel y Hollando, Kerry no viajará a Rusia, aunque Moscú ha dicho darle la bienvenida.
En respuesta a una posible provisión de armas a Ucrania por parte de EEUU, Moscú dijo el jueves que esto no solo conseguiría la escalada del conflicto en Ucrania, si no que también supondría una amenaza contra la seguridad de Rusia.
"Estamos seriamente preocupados por estos planes. Teniendo en cuenta los planes de represalias del 'partido de la guerra' de Kiev, esto podría no solo escalar el conflicto en el este de Ucrania, sino también amenazar la seguridad de Rusia", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Alexander Lukashevik, advirtiendo que semejante decisión podría "dañar de manera significativa las relaciones entre Rusia y EEUU".
Según Lukashevic, la posible ayuda armamentística de Occiente a Kiev es peligrosa porque las tropas del gobierno ucraniano que se han enfrentado a los insurgentes han supuestamente utilizado armamento equivalente a armas de destrucción masiva.
Además, el portavoz dijo que las decisiones militares de la OTAN serán "consideradas completamente" en la planificación militar de Rusia.