JERUSALEN, 5 ene (Xinhua) -- El presidente de Israel, Reuven Rivlin, criticó la decisión del primer ministro Benjamin Netanyahu de retener el dinero de los impuestos a la Autoridad Palestina (AP) en respuesta al intento realizado hoy por la AP para unirse a la Corte Penal Internacional (CPI), informó el diario Ha'aretz.
Rivlin dijo en una reunión con un grupo de más de 30 enviados isralíes ante Europa que aunque se opone al intento palestino, la retención de impuestos palestinos por valor de 500 millones de nuevos shequel (cerca de 128 millones de dólares) perjudica a Israel, dijeron dos diplomáticos que asistieron a la reunión, citados por el diario.
El presidente criticó la medida palestina, la cual, dijo, es una violación a los Acuerdos de Oslo de 1993 y una forma para que los palestinos "frustren las negociaciones directas". El presidente la describió como una medida unilateral a la que Israel responderá.
Sin embargo, Rivlin dijo que la medida que Netanyahu tomó durante el fin de semana para retener los ingresos fiscales que Israel recauda en nombre de la AP perjudicará los intereses de Israel.
"Congelar la transferencia de fondos fiscales palestinos no nos beneficia a nosotros ni a ellos", indicó Rivlin, quien añadió que "los palestinos utilizan estos fondos para sostenerse y mantener en funcionamiento la AP. Una AP en funcionamiento favorece los intereses de Israel".
Durante el fin de semana, Israel anunció que retendrá los fondos que recaudó en nombre de la AP en diciembre. El arreglo por el que Israel recauda el dinero de los impuestos para la AP fue establecido en los Acuerdos de Oslo de 1993.
De acuerdo con funcionarios israelíes, Netanyahu decidió la medida luego de una reunión celebrada el jueves en la que se discutieron las acciones de Israel en respuesta a la solicitud de la AP para unirse a la CPI de La Haya.
La última vez que Israel intentó una medida similar fue en abril, luego de la reconciliación de la AP con Hamas y del establecimiento del gobierno de unidad palestina en abril. Israel combatió contra Hamas durante dos meses el verano pasado.
El ingreso a la CPI significa que los palestinos podrían presentar quejas contra los israelíes por violar el derecho internacional o por cometer crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad contra los palestinos en los territorios que Israel ocupa desde la Guerra de Medio Oriente de 1967 en Cisjordania y la Franja de Gaza, de la cual Israel retiró sus fuerzas de manera unilateral en 2005, y en la parte anexada de Jerusalén Oriental.
Los palestinos solicitaron su ingreso a la CPI un día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU rechazó la resolución de la AP para hacer que Israel se retirara de Cisjordania y de Jerusalén Oriental para finales de 2017 con el fin de establecer de forma unilateral un Estado palestino.
La AP ha emprendido varias iniciativas diplomáticas y pidió unirse a órganos internacionales luego del fracaso de las conversaciones de paz con Israel en abril tras nueve meses de negociaciones entabladas con la mediación de Estados Unidos.
Los palestinos responsabilizaron a Israel del estancamiento de las negociaciones por sus amplias exigencias de seguridad y por ampliar la construcción de asentamientos en las tierras consideradas como parte del futuro Estado palestino.
Por su parte, Israel acusó al presidente palestino Mahmoud Abbas de incitar los diversos ataques militantes contra israelíes ocurridos en los últimos meses. Israel criticó las medidas diplomáticas, las consideró como ataques y declaró que sólo las negociaciones, y no las acciones unilaterales, podrán terminar el conflicto.
Además, funcionarios israelíes responsabilizaron a Abbas por no reconocer de manera oficial a Israel como el Estado de la tierra judía e indicaron que no había un socio para las conversaciones de paz tras la reconciliación entre Fatah y Hamas, grupo al que Israel considera una organización terrorista.