LA HABANA, 1 jul (Xinhua) -- Los cubanos reaccionaron este miércoles con esperanza al anuncio hoy del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre la isla y Estados Unidos, y a la reapertura de embajadas en Washington y La Habana a partir del próximo día 20.
"Yo creo que es bueno. Cincuenta años es demasiado tiempo para seguir distanciados", dijo a Xinhua el jubilado Félix Pérez, quien se refirió de esa forma al anuncio transmitido por la televisión de la isla.
Los canales televisivos de la isla interrumpieron en la mañana las transmisiones habituales para dar lectura a una carta del presidente cubano Raúl Castro a su homólogo estadounidense Barack Obama, en la que confirmó la decisión de restablecer los lazos rotos por Washington el 3 de enero de 1961.
También trasmitieron en vivo una intervención del mandatario norteamericano desde la Casa Blanca, donde Obama aseguró que se había dado "un histórico paso adelante en nuestros esfuerzos para normalizar las relaciones con el gobierno y el pueblo de Cuba".
Esos anuncios tuvieron un impacto sobre la población de la isla, y por eso otra cubana, Marta Torres, aseguró que "es algo muy bueno, muy bueno para la familia, muy bueno para nuestro pueblo y para sus familiares en Estados Unidos".
En similares términos se manifestó Ana Delia Alfaro, una joven estudiante que afirmó estar "contenta porque eso beneficia a los cubanos, a los que estamos aquí y a los que están allá también".
Con tono más analítico, la octogenaria Esther Cobas consideró que "se tardó demasiado. Esto tenía que haber sido mucho antes. Mucho antes debía haber sido porque estas enemistades no le convienen a nadie, ni a nosotros, ni a ellos".
Cobas se manifestó esperanzada de que en esa nueva etapa de relaciones entre los dos países pueda viajar de visita a Estados Unidos a conocer a sus bisnietos.
En la mañana de este miércoles, el ministro interino de Relaciones Exteriores de Cuba, Marcelino Medina, recibió al jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Jeffrey DeLaurentis.
El diplomático norteamericano entregó una carta de Obama a Castro, en la que abordó el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en los respectivos países.
Los dos gobiernos solamente tenían vínculos a través de las respectivas Secciones de Intereses en Washington y La Habana, abiertas en 1977 tras un acuerdo entre los entonces presidentes Fidel Castro y Jimmy Carter.
Suiza se encarga de manera formal de representar los intereses de Washington y La Habana en cada país.
La sede de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, un majestuoso edificio inaugurado en 1953, será la futura embajada norteamericana en Cuba.
El edificio es un imponente bloque de hormigón, acero y seis pisos rectangulares de ventanales encristalados que domina el Malecón, el famoso paseo que corre paralelo a lo largo de ocho kilómetros de la costa de la capital de la isla.
Se espera que el próximo día 20, el secretario de Estado, John Kerry, sea el encargado de izar la bandera de Estados Unidos en La Habana, después de 54 años sin relaciones entre los dos países.
El diseño y construcción del inmueble estuvo a cargo de los arquitectos estadounidenses Max Abramovitz (1908-2004) y Wallace Harrison (1895-1981), cuya firma, Harrison & Abramovitz, radicaba en Nueva York.
Las líneas son de estilo modernista, similares a las del Lincoln Center y de la sede de Naciones Unidas en Nueva York, proyectos elaborados por los mismos arquitectos.
Los jardines son obra del arquitecto californiano Thomas D. Church y el mobiliario estuvo a cargo de Knoll Associates.
Las paredes fueron revestidas con piedra rosa-gris y los cristales son verdiazules, para que la luz solar no moleste.