QUITO, 20 jun (Xinhua) -- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, llamó hoy a sus simpatizantes a estar atentos y listos para salir a las calles a defender a su gobierno en caso de producirse un intento de golpe de Estado gestado por la oposición política.
"Estemos listos en caso necesario para defender a nuestra revolución, todos los simpatizantes a estar atentos a defender su presidente, a su gobierno; nos quieren volver al pasado", dijo el mandatario en su informe semanal de labores.
Correa, en el poder desde 2007, alertó a sus simpatizantes luego de que actores políticos y grupos de oposición amenazaran con nuevas protestas callejeras en rechazo a las políticas del gobierno en materia tributaria.
Desde el pasado 8 de junio, estos sectores han realizado marchas, algunas salpicadas por hechos de violencia, contra dos reformas que Correa se vio obligado a retirar temporalmente del Parlamento y abrir un debate nacional.
Según el gobierno, con el debate se busca desmontar las mentiras de la derecha que sostiene que las reformas afectan a los pobres y a la clase media.
Correa rechazó que la oposición no desista de las protestas y recalcó que las mismas tienen otro trasfondo político: desestabilizarlo mediante el calentamiento de las calles como su principal estrategia.
"Al no tener argumento, recurren a la mentira y manipulación con la complicidad de ciertos medios de comunicación", denunció.
Por esta razón, insistió que "está en marcha una conspiración" contra su gobierno y lamentó que por unos cuantos caprichosos" se promueva su salida del poder.
"!Fuera Correa! y ya se tiene que ir el presidente; creen que estamos en la época donde se explotaban a sus peones, a sus empleadas domésticas, a sus empleados tercerizados", fustigó.
En ese sentido, resaltó que "aquí ya está la revolución ciudadana (como se llama su proyecto político) y manda el pueblo ecuatoriano".
"Manda la inmensa mayoría: los pobres. Somos buena gente, unos cuantos violentos quieren asustarnos, quitarnos la esperanza, quieren convencernos que ellos son más, pero aquí está la inmensa mayoría del pueblo", apuntó.
Correa dijo que la oposición, que quiere volver al país al pasado "nos encontrará con centenas de miles defendiendo a nuestra revolución en las calles".
"Se creen dueños del país. ¡Ya basta!, vamos a enseñarles a esa oligarquía que la patria es de todos; con los golpistas la única respuesta es la victoria democrática", añadió.
El jefe de Estado sostuvo que la gente que apoya a su gobierno es pacífica, pero algún momento puede decir "ya basta".
"Somos pacíficos, pero no jueguen con la paciencia de nuestra gente", advirtió al tiempo que sus seguidores arengaban "el pueblo unido, jamás será vencido".
El mandatario indicó que su gobierno no tiene miedo a la oposición, pero sí actúa responsablemente para evitar que ocurra otro "30-S", como se llama a la revuelta policial que se registró el 30 de septiembre de 2010 con un saldo de cinco muertos.
Ese hecho fue interpretado por el gobierno como un intento de golpe de Estado a Correa, cuya vida estuvo en riesgo durante el episodio.