RIO DE JANEIRO, 27 abr (Xinhua) -- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, visitó hoy la ciudad de Xanxere, estado de Santa Catarina (sur), devastado la semana pasada por un fuerte tornado que causó dos muertes y dejó sin casa a más de 1.000 personas.
Acompañada del ministro de Ciudades, Gilberto Kassab, el de integración Nacional, Gilberto Magalhães Occhi, el de Trabajo, y el Gobernador de Santa Catarina, Raimundo Colombo, la mandataria brasileña prometió "dar ejemplo con la rapidez de reconstrucción de la ciudad".
"Quedé muy conmovida por como el pueblo de aquí es capaz de reparar en tres o cuatro días. Vi muchas personas encima de los tejados trabajando juntas. La misma velocidad del tornado no la tenemos, pero quiero prometer que daremos un ejemplo de rapidez de reconstrucción", dijo Rousseff tras visitar personalmente los escombros de la ciudad.
Según la Defensa Civil, al menos 4.275 personas tuvieron que ser desalojadas como consecuencia del tornado, que además de los dos muertos causó 87 heridos.
En total, 2.178 casas resultaron dañadas por el tornado, de las cuales 235 quedaron totalmente destruidas y 360 parcialmente.
Rousseff aseguró que el fenómeno, que duró apenas unos minutos el pasado martes, "fue una catástrofe" y prometió ayuda del gobierno federal por 5,8 millones de reales (unos 2,8 millones de dólares) para atender las necesidades más inmediatas, así como tres millones de reales (un millón de dólares) para la reconstrucción de un pavellón deportivo.
La presidenta prometió que las zonas afectadas serán incluidas en los programas del gobierno para la construcción de viviendas populares, que en este caso beneficiarán en particular al millar de personas que el temporal dejó sin hogar y que por el momento han sido alojadas en abrigos municipales.
Según informes preliminares, los daños causados por el tornado en la ciudad son de unos 100 millones de reales (33,5 millones de dólares).