LA HABANA, 21 abr (Xinhua) -- El gobernador del estado norteamericano de Nueva York, Andrew Cuomo, finalizó hoy en La Habana una visita de poco más de 24 horas a Cuba, que calificó de "productiva y mutuamente ventajosa".
En declaraciones a la prensa antes de regresar a Estados Unidos, Cuomo agradeció las atenciones que recibió durante su estancia por parte de las autoridades y el pueblo de la isla.
Tras destacar las conversaciones que sostuvo con el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, sobre las posibilidades de desarrollo de los vínculos entre los dos países, el gobernador demócrata neoyorquino dijo que hará todo lo que esté a su alcance para poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Washington contra Cuba.
También dijo sentirse orgulloso del papel del presidente estadounidense Barack Obama en el proceso de acercamiento con Cuba, en particular de su decisión de excluir a la isla de la lista de naciones que en opinión del gobierno norteño patrocinan el terrorismo.
Cuomo llegó el lunes a la isla acompañado por una veintena de empresarios de Nueva York, con el propósito de que su estado esté "presente" desde "el inicio de la aventura" del proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, anunciado el pasado 17 de diciembre.
"Estamos asistiendo al comienzo de la transición en la relación entre los dos países, que va a tener beneficios económicos significativos para las dos partes", expresó Cuomo tras su llegada al aeropuerto internacional "José Martí" de La Habana, donde fue recibido por la directora general para EE.UU. del ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) de la isla, Josefina Vidal, quien además es la encargada de las negociaciones con Washington desde enero último.
Poco después de su arribo, el político visitante participó en el Foro Empresarial Nueva York-Cuba, en el hotel Parque Central, en el que exploraron áreas para futuros negocios en la medida en que cesen las sanciones unilaterales de Washington contra La Habana.
Entre las compañías estadounidenses representadas en la cita estaban la de servicios financieros MasterCard, la aerolínea JetBlue, las firmas farmacéuticas Pfizer y Regeneron, entre otras.
Ante los hombres de negocios de ambas naciones, Cuomo señaló que las relaciones bilaterales plenas son el camino para discutir tanto los asuntos en los que las partes coinciden como las divergencias.
La agenda del día incluyó sendos encuentros con el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, acerca de las oportunidades de inversiones y negocios que ofrece la isla, y con el líder de la Iglesia Católica en la mayor de las Antillas, el cardenal Jaime Ortega.
En la mañana del martes, además de la entrevista con Díaz-Canel, recorrió con la misión empresarial la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), a unos 45 kilómetros al oeste de La Habana.
La ZEDM, construida con un financiamiento millonario de Brasil, fue inaugurada en enero de 2014 con el objetivo de convertirse en uno de los motores económicos de la isla y un foco de atracción de capital extranjero.
En esa área destaca una moderna terminal de contenedores que colinda con el puerto de Mariel, que tiene capacidad para que atraquen barcos "Post-panamax", los cuales duplican la capacidad de carga de los actuales buques de carga.
Momentos antes del regreso de Cuomo y la comitiva a Nueva York se informó que, en el marco de la visita, varias empresas de Cuba y Estados Unidos suscribieron acuerdos.
Una de las firmas estadounidenses es la Infor, que acordó distribuir software en la nación caribeña.
También, el Instituto Roswell Park de Nueva York rubricó un convenio con el Centro de Inmunología Molecular de la ínsula para realizar ensayos clínicos de una vacuna cubana contra el cáncer de pulmón en el país norteño.
La vacuna terapéutica CIMAVax-EGF contra el cáncer de pulmón fue creada por Cuba en 2011 luego de 15 años de investigación, y está registrada en la isla y Perú, al tiempo que Argentina, Brasil y Colombia realizan trámites para su inscripción.
Esta es la primera misión de un estado de EE.UU. que viene a Cuba después del inicio de los diálogos entre los dos países para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, rotas desde 1961 por Washington, y avanzar hacia la normalización de los vínculos bilaterales.