Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 18 abr (Xinhua) -- El extendido sistema de embalses de Cuba almacena menos de la mitad de la capacidad total de agua, como consecuencia de la falta de lluvia en la isla, señaló el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) en un informe.
"Los 242 embalses administrados por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos almacenaban al cierre de marzo 3.901 millones de metros cúbicos de agua, valor que representa el 43 por ciento de la capacidad total de llenado, y el 38 por ciento del volumen utilizable", explicó el INRH en su reporte.
Esa cifra es 1.367 millones de metros cúbicos inferior al promedio histórico de llenado para la época, según el Servicio Hidrológico Nacional de la Dirección de Uso Racional del Agua del INRH.
En el caso de las presas de abasto a la población, la situación más crítica se localiza en la zona este de la isla, en particular en las provincias de Las Tunas, Santiago de Cuba y Granma, con un llenado útil de sólo 20, 21 y 23 por ciento, en cada caso.
Durante el actual periodo seco, que va desde noviembre hasta abril, el acumulado nacional es de 180 milímetros por metro cuadrado, equivalente al 69 por ciento del promedio histórico de precipitaciones.
En el este de la lluvia las precipitaciones cayeron a 226 milímetros por metro cuadrado, el 71 por ciento del promedio histórico, mientras que en el oeste del país se reportaron 170,5 milímetros por metro cuadrado, equivalente al 68 por ciento histórico, y en el centro 147,2, milímetros por metro cuadrado, que equivale a 67 por ciento del promedio histórico.
Los problemas con el líquido, que en la isla muchos derrochan con indolencia, obligaron al gobierno a preparar la Ley del agua para regular el uso adecuado de los recursos hídricos de la isla.
En febrero del pasado año el director de Organización, Planificación e Información del INRH, Bladimir Matos, anunció que se alista una Ley del Agua que "regulará el uso equitativo y el derecho común a ese recurso, el pago de su uso, así como la necesidad de lograr una cultura de ahorro en los usuarios".
Esta legislación reforzará la prioridad que dan las autoridades al empleo más eficaz de los recursos hídricos, con su uso racional y productivo, la utilización eficiente de la infraestructura construida y la administración de riesgos en función de la calidad del líquido potable.
Matos señaló que fomentar el empleo racional del agua en función del desarrollo socioeconómico del país significa asegurar la gestión integrada de ésta por cuencas hidrográficas con vistas a su disponibilidad, protección y a la reducción de inundaciones, así como promover e introducir tecnologías y conocimientos que aseguren un uso eficaz.
El agua es un recurso natural renovable, pero finito, limitado y frágil, y las autoridades aseguran que aún existen incomprensiones e insuficiente reconocimiento sobre su carácter de indicador económico, tanto global como ramal.
La isla cuenta con una infraestructura hidráulica que incluye 242 presas, decenas de micropresas, cerca de 2.420 acueductos, más de 22.000 kilómetros de redes, casi 70 plantas potabilizadoras y 5.316 kilómetros de alcantarillado, entre otras facilidades a las cuales se suman derivadoras, canales magistrales, estaciones de bombeo y diques.
Cuba posee una capacidad máxima de recursos hidráulicos disponibles de alrededor de 13.600 millones de metros cúbicos, al tomar en cuenta las aguas superficiales y las subterráneas, volúmenes que superan las demandas actuales de la economía, la sociedad y la protección del medio ambiente.
El gobierno cubano ejecuta diversos programas para hacer un uso adecuado y racional del agua, mediante la utilización eficiente de esas instalaciones y una conciencia de ahorro en la población y las empresas, ante la baja disponibilidad de ese recurso.
También desarrolla proyectos dirigidos a enfrentar los problemas de la sequía, las inundaciones por lluvias y a elevar la calidad del vital líquido y su distribución, además de reducir las pérdidas.
Otra prioridad ya en ejecución es el metraje del consumo hidráulic, tanto para los centros estatales como el sector residencial.
Deigual forma se trabaja en la reparación o sustitución de estaciones de bombeo, el sistema de saneamiento y en un programa destinado a la producción de herrajes hidrosanitarios, con énfasis en la calidad y el estudio de precios asequibles para su comercialización.
El gobierno aplica la Política Nacional del Agua que abarca desde las fuentes de abastecimiento, hasta el suministro a los usuarios, con base en el uso racional y productivo y en una explotación eficiente de la infraestructura construida.
También realiza una gestión asociada a la calidad del líquido y valora los riesgos vinculados a eventos climáticos extremos.