ESPECIAL: Peruanos conmemoran muerte de Jesucristo

Actualizado 2015-04-04 10:09:15 | Spanish. xinhuanet. com

Por Juan Limachi

LIMA, 3 abr (Xinhua) -- Millones de peruanos conmemoraron hoy el Viernes Santo, la pasión y muerte de Jesucristo, fundador del cristianismo, ocurrido hace más de dos milenios, con la escenificación de diversos rituales sagrados en las iglesias y en las plazas públicas.

En la capital peruana, los residentes en cada municipio organizaron la escenificación de la detención, pasión y muerte de Jesucristo, con la participación de actores y voluntarios en representación de Jesucristo.

La ciudad de Lima y otras urbes del interior, fueron escenarios de procesiones por las calles, con el accareo de la cruz y la participación de personajes de los pasajes bíblicos, soldados romanos, los 12 apóstoles de Jesucristo y las mujeres de Jerusalén.

Desde tempranas horas de la mañana, familias enteras también realizaron el tradicional recorrido de las siete iglesias, bajo un sol ardiente, los peruanos con sus hijos en brazos caminaron por el centro de Lima, donde se encuentran estos recintos religiosos.

Uno de los principales actos de reedición de la muerte del fundador del cristianismo, realizado tradicionalmente en el cerro San Cristóbal, en la capital peruana, a orillas del río Rímac, tuvo que ser suspendido debido a la masiva asistencia de feligreses.

Las autoridades peruanas prohibieron la escenificación de la pasión y la muerte de Jesucristo en el cerro San Cristóbal, ante el alto riesgo de accidentes porla presencia de más de 30.000 personas.

Mediante un edicto municipal, las autoridades locales de Lima pidieron a los organizadores de la representación cristiana abstenerse de subir al cerro San Cristóbal.

El actor que todos los años reedita la muerte del fundador del cristianismo, Mario Valencia, conocido como "Cristo Cholo", hizo un recorrido por las partes bajas del cerro y por las calles aledañas, donde cumplió con su rol, al "crucificare" en un lugar improvisado para cumplir con la agenda religiosa.

Las familias peruanas que acudieron a las inmediaciones del cerro San Cristóbal, como hacen todos los años, acompañados de miles de niños y ancianos, se conformaron con la escenificación religiosa en las partes bajas de este mirador natural.

En las ciudades del interior de Perú, los peregrinos también viajaron hacia lugares como la ciudad de Ayacucho, ubicada a 554 kilómetros al sureste de Lima, que se caracteriza por sus fiestas tradicionales de Viernes Santo.

La atracción de visitantes en esta temporada hacia esta urbe altoandina tiene su origen hace más de 150 años y las festividades se prolongan por un periodo de 10 días, durante los cuales se llevan a cabo ceremonias religiosas y rituales donde se mezclan el cristianismo y las creencias ancestrales de estos pueblos.

Según los historiadores peruanos, esta ciudad de nombre en idioma quechua, que en español significa "rincón de muertos", es considerada una de las poblaciones más religiosas del país.

En esta localidad, miles de turistas peruanos y extranjeros, que todos los años llegan a sus calles, se fusionan con los pobladores nativos para conmemorar la muerte y la resurrección de Jesucristo, en jornadas ininterrumpidas que terminarán el próximo domingo.

El ambiente religioso se observa en las calles atestadas de imágenes religiosas, cruces, el olor del incienso, los cánticos místicos y las letanías de los sacerdotes que rememoran la gesta de su fundador, al exhaltar su figura.

La ciudad de Ayacucho también se llena de fiesta con sus coloridos vestidos de rojo y azul, las mujeres andinas, los blancos y negros extremos de las beatas, y el olor de las comidas callejeras que los comerciantes venden en las calles para satisfacer el hambre de los feligreses.

Otras regiones donde los peruanos conmemoran esta fecha importante en el calendario religioso del catolicismo es Cusco, 1.151 kilómetros al sureste de Lima, donde las creencias religiosos hispanas se han fusionado en un sincretismo original con la religiosidad andina heredada de los incas.

Los pobladores andinos, convertidos forzosamente al catolicismo durante la época colonial, bajo amenazas de la Santa Inquisición, adoptaron el cristianismo, pero disfrazaron sus creencias originarias bajo imágenes católicas.

El resultado de esta fusión de la religiosidad ancestral andina y la occidental originó que las deidades locales, en cada pueblo y cada ciudad de Perú, que eran representados por cerros, la luna y el sol, adoptaron nombres cristianos, pero en el fondo mantuvieron la adoración a sus dioses ancestrales.

Una muestra de este sincretismo y fusión de creencias es que en Semana Santa, en la mayoría de poblaciones peruanas, incluida Lima, los peregrinos suben a los cerros más altos, donde se ubican cruces occidentales, pero en el fondo reeditan a los antiguos "Apus andinos", que cerros en lengua quechua, los cuales son considerados deidades.

La Semana Santa peruana, con sus originalidades y propios rituales, andinas y occidentales, concluirán el domingo, cuando el mundo cristiano celebra la resurrección de Jesucristo al tercer día de su muerte y su posterior ascensión a los cielos.

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