MADRID, 4 mar (Xinhua) -- España, Francia y Portugal firmaron hoy en la capital española "la Declaración de Madrid para impulsar las interconexiones energéticas" entre la Península Ibérica y el territorio francés en 2020.
El documento lo firmaron el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, el presidente de Francia, Francois Hollande, el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, y el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker.
Se trata de un plan "ambicioso" pero "realista" que pretende impulsar las interconexiones y garantizar que la Península Ibérica deje de ser una "isla energética", aseguró el presidente del Gobierno español.
La reunión de Madrid, con la presencia del presidente de la CE, se basa en acuerdos que "profundizan en la armonización en materia energética", con el "objetivo de alcanzar un 10 por ciento de interconexión energética entre la Península y Francia en 2020", indicó Rajoy.
El jefe del Gobierno español insistió que con este "plan se da un paso muy importante para superar las fronteras" entre los países de la Unión Europea (UE), porque además de la "voluntad política" mostrada se han puesto en marcha "mecanismos y recursos para ello".
El desarrollo de las interconexiones energéticas permitirá tener acceso a electricidad y gas a costos más bajos y mejorará el medio ambiente por su apoyo a las energía renovables, dijo Rajoy.
El Gobierno español afirma que con las interconexiones no sólo mejorará la unión energética y se reducirá la dependencia respecto a terceros, sino que mejorará la competitividad de las empresas.
Explicó que la energía renovable sobrante en España podrá ser exportada al resto de Europa a través de las nuevas interconexiones.
Estos proyectos de interconexión energética están reflejados en el Plan Juncker, debido a que es una prioridad de la UE.
Juncker agradeció a España la aportación al acuerdo energético con 1.500 millones de euros (1.662 millones de dólares) y afirmó que el objetivo es "incluir entre los principios europeos el de la libre circulación de la energía", aunque admitió que el objetivo del 10 por ciento ya estaba presente en la Comisión Europea en 2003, "pero se había abandonado".