BUENOS AIRES, 3 mar (Xinhua) -- La directriz de la "nueva normalidad" para el establecimiento de la política económica de China es "claramente una forma diferente de comprender el nuevo camino al desarrollo", destacó hoy en entrevista exclusiva con Xinhua el analista argentino Gustavo Girado, experto en relaciones internacionales.
"La nueva normalidad es claramente una forma diferente de comprender el nuevo camino al desarrollo de la economía china y el bienestar de su pueblo. Es una forma diferente, pero manteniendo el mismo fondo", observó el director de la consultora Asia & Argentina.
Para Girado, "China no se hace un planteo diferente respecto de lo que pretende para sí misma y para el desarrollo del país, sino que el presidente Xi Jinping ha resumido en esa frase cuál será la característica del nuevo sendero de crecimiento, que será menor, pero de mayor calidad".
"De allí que las cuestiones medioambientales sean ahora prioritarias. La nueva manera de desarrollo que ha elegido China tiene como consecuencia depositar especial atención al desarrollo de energías que sean renovables, a un cambio paulatino en su matriz energética para usar más combustibles que sean menos agresivos para el medioambiente, y el desarrollo de servicios que permitan crecer a la economía sin tener que detener inversiones porque haya sectores sobrecalentados", puntualizó el experto argentino.
A la pregunta sobre la propuesta oficial de mejorar el servicio público y la creación de un ambiente favorable para los emprendedores domésticos en el país asiático, el analista señaló que "hace ya unos años que China ha decidido que el consumo sea la variable del PIB que encabece o impulse la demanda agregada".
Esto se haría "de manera tal de poder reducir los conflictos comerciales con sus socios, alentando las importaciones mientras reduce el crecimiento de sus ventas al exterior, y a la vez también limita las inversiones extranjeras en sectores considerados estratégicos para no recalentar algunos en los cuales la sobreinversión ha provocado cuellos de botella que a la economía en su conjunto le cuesta digerir", apuntó.
Es natural, entonces, que aquellas actividades (como la producción de servicios) que tienen aún mucho espacio para desarrollarse, que no entran en colisión con sus socios y que estimulan el consumo mientras mejoran la calidad de vida de la población, sean las actividades alentadas por el gobierno para desarrollar más rápido, agregó.
"Con ese trasfondo deben evaluarse las recientes publicaciones referidas al crecimiento del 'entrepreneurismo', que ha crecido mucho en China, en particular de la mano de las actividades ligadas al software y a los negocios virtuales", subrayó Girado.
En cuanto a la perspectiva de la economía de China para este año, afirmó que no es "pesimista respecto de la economía de China en 2015. Como se ha dicho, evidentemente no se alcanzarán las tasas de crecimiento de dos dígitos que se obtuvieron en las últimas décadas, pero en realidad ese sería en todo caso un signo de madurez".
"En la medida que la economía se desarrolla y el bienestar económico se despliega por todo el territorio, alcanzando a una mayor cantidad de habitantes en China, es lógico que el crecimiento sea menor, pues los chinos ya alcanzan un escalón más elevado en el bienestar promedio, pudiendo acceder a más bienes y servicios, pero especialmente de mejor calidad", destacó.
En ese sentido, determinó que "ya no es la cantidad lo que importa, sino la calidad".
"Si China ha decidido que los productos tienen que ser una creación china (y ya no solamente 'Hecho en China'), el crecimiento comienza a ser marginal pero con una tasa de beneficio creciente a largo plazo, ya que no solamente importa vender el producto de más calidad dentro y fuera de China, sino también hacerse del beneficio que trae el conocimiento, que es el verdadero eje sobre el cual aparece el valor en los productos", resaltó.
"El conocimiento ahora pasa a ser el elemento central del desarrollo, y no la venta masiva de productos", concluyó Girado.