Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 15 feb (Xinhua) -- La demanda de Bolivia contra Chile se fundamenta en lograr una salida al mar de forma "negociada", por lo que debe abrir el diálogo con el país vecino de manera paralela al proceso que se dirime en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Ex cancilleres e internacionalistas coincidieron para Xinhua en que la demanda boliviana de contar con una salida soberana al océano Pacífico se resume fundamentalmente en la "negociación dialogada".
Los ex titulares del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia, Javier Murillo de la Rocha y Armando Loaiza, así como el ex cónsul boliviano en Chile, Ramiro Prudencio Lizón, dieron por descontado cuestionar la competencia de la CIJ como argumenta Chile.
Consideraron que la demanda es jurídicamente "sostenible", por lo que pronosticaron un juicio largo de al menos cuatro años en el tribunal internacional con sede en La Haya, Holanda.
Murillo sostuvo que el gobierno chileno mantiene un política internacional "altamente conservadora" respecto al territorio marítimo, por lo que "esquivar" su argumento pondrá a prueba la habilidad de los encargados bolivianos de llevar adelante un eventual acercamiento.
Por su parte, el ex canciller Loaiza afirmó que Chile mantiene un "doble discurso" respecto a la reapertura del diálogo, lo que constituye un "obstáculo" para que la administración del presidente boliviano Evo Morales adelante un acercamiento.
A su vez, el ex diplomático Prudencio manifestó que si bien el fondo de la demanda de Bolivia es una salida soberana al mar por territorio chileno, el mecanismo para lograr el objetivo es "indudablemente el diálogo".
Expresó que sin este acercamiento, el país vecino puede seguir en la acción que llamó "dilatoria" sobre el tema marítimo, a pesar del fallo de la CIJ.
Reiteró que lo "fundamental" de la demanda boliviana es el acceso al mar, por lo que para resolver el conflicto no hay otra forma que con "base a una negociación directa y dialogada entre Bolivia y Chile".
"El fondo de nuestra demanda en la Corte, es que nos va a ayudar a persuadir a Chile a que negociemos y resolvamos este problema, entonces si dialogamos con antelación mejor todavía", aseveró el ex cónsul.
Recomendó instalar nuevamente y en breve una comisión bilateral mixta que lleve a cabo los trabajos de consultas políticas sobre el tema.
Prudencio comentó que para ello es necesario insistir a Chile en este acercamiento, a partir de la apertura que ha expresado la presidenta Michelle Bachelet.
"Hay que tomarle la palabra a la señora Bachelet y perseguir en todos los espacios" que se inicie el diálogo, el cual puede ser en otros temas mientras se define en la CIJ la demanda marítima.
Consideró que este criterio puede ser incluso "favorable" en el contexto internacional, al mostrar a un gobierno boliviano conciliador y dialogante.
A su vez, la internacionalista Diana Borelli, dijo que Bolivia debe trabajar en tres flancos: garantizar la competencia de la CIJ, el juicio propiamente dicho y preparar el camino de la negociación después del proceso.
Dijo que cuando se supere la etapa de la impugnación chilena a la competencia del tribunal internacional, debe estar lista la estrategia para la segunda acción consistente en la persuasión internacional, es decir, demostrar las razones de la demanda boliviana.
El tercer flanco es pilar para el país y se rerfiere al diálogo, que es el mecanismo por el cual las dos naciones deben llegar a un acuerdo.
"La estrategia de Bolivia tiene que ser establecer el diálogo para delinear perfiles de solución a varios temas binacionales, pero al mismo tiempo abrir el camino del entendimiento" y "resolver la demanda", aseveró.
El 24 de abril de 2013, el gobierno del presidente boliviano Evo Morales demandó a Chile ante la CIJ, para "forzar" a ese país a negociar una salida soberana al océano Pacífico.
En respuesta, el gobierno de Chile presentó el 15 de julio de 2014 el recurso de "incompetencia" del órgano internaiconal para conocer sobre el caso, ya que se fue creado después del diferendo, lo que paralizó el proceso.
El 7 de noviembre de 2014, el gobierno boliviano se inconformó contra el recurso de "incompetencia" presentado por Chile.
Bolivia perdió 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de superficie como resultado de la la llamada Guerra del Pacífico librada contra el vecino país a fines del siglo XIX, en la que también participó Perú.
Ambos países no tienen relaciones diplomáticas desde 1962, salvo un paréntesis entre 1975 y 1978, aunque mantienen consulados generales en las ciudades de La Paz y Santiago, respectivamente.